HEAVY BACKPACK

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  Para nadie era un secreto que los estudiantes del Instituto Nacional de Seúl tenían una vida ajetreada. Horarios apretados, y jornadas escolares con dos horas adicionales, a comparación del resto de escuelas del país; claro, sin contar las tres horas de actividades extracurriculares en las que cada uno de sus estudiantes participaban.

  Estaba demás decir que el nivel de exigencia era extraordinario. Todos los años sus estudiantes eran nominados para obtener distintos reconocimientos y premios. Personas importantes e influyentes del país, fueron estudiantes de aquel prestigioso instituto.

  Debido a todas las materias adicionales a las que deben ver los jóvenes, todos los chicos y chicas del Instituto Nacional de Seúl cargaban mucho peso sobre sus espaldas. Y no, no es un decir.

  Literalmente, cargaban grandes cantidades de cuadernos y libros de texto. Sumándole la indumentaria que debían utilizar en sus actividades extracurriculares.

  Aquello sonaba bien. Bueno, menos para Jeon JungKook y para la pobre espalda de su lindo y adorado bebé, Kim TaeHyung.

☂︎

   Eran las seis de la tarde, empezaba a oscurecer y apenas Kim se estaba retirando de su entrenamiento diario de natación. Le gustaba. En invierno y otoño parecía un baño de agua caliente en una gran tina. Mientras que en primavera y verano, era exquisito como cualquier rastro de sudor e incomodidad desaparecía con el agua helada.

  Hoy era uno de esos días de verano, donde el ambiente es pesado y la humedad incomodaba en el ambiente.

  Jeon empezaba a impacientarse, no le gustaba sentir como su camiseta se pegaba a su cuerpo debido a la poca transpiración que empezaba a producirse poco a poco en su anatomía.

  Se preguntaba porque su pequeño principe no aparecía, y el porqué de su tardanza. Solía ser bastante puntual.

Lindo

Precioso, ¿Cuando saldrás?
6:31 p.m

Falta poco, Kookie.
6:32 p.m
Las duchas estaban llenas y el entrenador SeokJin quería
hablar conmigo.
6:33 p.m

Está bien, espero por ti.
6:33 p.m
Además quiero que vayamos a cenar.
6:34 p.m

Bueno, ¡ya voy saliendo!
6:35 p.m

 
  Una cabellera castaña clara inconfundible hizo acto de presencia frente a JungKook, quien al sentir ese dulce aroma, levantó la vista de su celular.

  Una gran sonrisa se formó en el rostro de TaeHyung, quien no dudo ni un segundo, para besar los labios de su encantador novio—Hola Kookie.

  JungKook se encargó de abrazar con fuerza a su pequeño y precioso príncipe, quien claramente devolvió el abrazo—¡Bebito! Te extrañe muchísimo, mi rey.

  Una risita adorable se deslizó por la rosada boca de Kim—¡Oye! Tampoco es como si no nos hubiéramos visto en años.

  —Bueno, así se siente pasar un día sin ti, mi niño.

  TaeHyung estuvo a punto de hacer un comentario relacionado a lo último dicho por su novio, pero una mueca de dolor se acentuó en su rostro de porcelana.

  —¿Que ocurre, bebé?—Pregunto un Jeon preocupado.

  El menor rodó sus ojos con cansancio, era lo de mismo de todos los días—Ya sabes, la mochila pesa más que yo. Lo de siempre.

   —Ya, dame tu mochila. Sabes que no me gusta que lleves tanto peso. Te harás daño, no es bueno para tu salud.

   Entrelazando sus dedos, TaeHyung inicio una caminata que los dirigiría probablemente al Burger King más cercano—JungKook, sabes cómo es. Tu estudiaste aquí también. Los profesores creen que somos máquinas y a esto yo lo llamo explotación estudiantil. De hecho, acortaron la hora del almuerzo solo para alargar Física y Económia—Al finalizar de hablar, un puchero se acentuó en los rosados labios de Kim, los cuales Jeon no tardó en besar con dulzura.

  —Que malditos, como sigan así no dudo que le harán daño a los estudiantes.

  El castañito suspira con pesar—Si... Las pruebas son más cortas y con mayor puntaje. Equivocarse en una significa perder unos nueve puntos, es horrible. El pobre JiMinnie tuvo un ataque de ansiedad hoy, además de que ChangBinnie y NaYeon Noona han tenido ataques de llanto muy seguidos... Las semanas de pruebas nos tienen a todos muy estresados y al borde de perder la cabeza.

  —Es horrible, y pensar que la universidad me parece mucho más fácil que este maldito instituto de mierda.

  Una risa amarga escapa del menor—Que curioso, hay millones de personas que desean estudiar aquí, y yo solo quiero salir de una vez por todas de este infierno.

  —Es chistoso. Empezamos hablando sobre tu mochila, y terminamos maldiciendo ese lugar.

  —Cierto. Además me parece tonto que quieras llevar mi mochila, yo puedo con ella ¿Sabes?

  —Me parece que mi lindo, adorado, amado y delicado bebé no debería estar cargando cosas muy pesadas. Para esas cosas tienes a un fuerte y músculoso novio a tu disposición.

  Un gran sonrojo salpicó las mejillas de TaeHyung, logrando que su apariencia fuera aún más adorable—¡Ya! Yo soy muy fuerte también. Por si no lo recuerdas, soy un deportista.

  —Tu mochila está muy pesada. Y mi bebé no se hará daño. Fin.






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