la razón de dibujarte

Capítulo 2 - El amigo de sus amigos

Días después todo seguía igual, yo solo hablaba con mis amigos de la infancia y ella con su mejor amiga, pero yo me quedaba por ratos mirándola sin saber el porqué.

Dentro de mi mundo donde solo los que me conocían podían ser parte de él yo nunca di espacio a nadie a mas por miedo a querer intentar, mi forma de ser llegaba a ser incómoda para los demás y siempre era el rezagado del grupo con el que nadie quería estar, pero a pesar de todo tenía a mi mejor amigo Samidd él fue mi única compañía desde que teníamos seis años y de no ser por el mi infancia hubiera sido más traumática de lo que fue.

De hecho cuando nos graduamos de primaria y entramos al liceo nos separaron en secciones distintas, rogué a los directores cambiarme de sección y en el tercer año pude ingresar a la sección "A" donde se encontraba mi mejor amigo y en donde la conocería a ella.

Era lindo que por lo menos alguien del salón me tratara bien, casi todos solían meterse conmigo desde que estuve en primaria y por ser tímido yo nunca decía nada y solo me ponía a llorar, pero desde que entre al primer año decidí nunca más llorar para poder encajar un poco pero nada de esto funciono, estaba acostumbrado a que todo lo que intentara me saliera mal y después de ver que no encajaría me dio igual y solo hablaba con mis dos amigos de la infancia.

Por lo general todas las cosas malas que me pasaban simplemente las ignoraba y con suerte llegaba a olvidarlas, pero esta vez había algo más constante algo que no me dejaba en paz y que cada vez tomaba más fuerza.

Ahora cada vez que la veía me sentía feliz aun sin saber por qué, con el tiempo se volvió cada vez más intenso el sentimiento y este empezaba a gustarme me hacía sentir como si estuviera en otro lugar más allá de mis problemas sin importar lo que me pasara en el día cada vez que entraba en el salón y la miraba para mi más nada importaba.

Después de dos semanas no paraba de pensar solo en ella ya no solo la veía en el salón sino que también aparecía en mis sueños era como un fuego que se extendía y ya no podía ser apagado, un día mientras caminaba a casa acepte el hecho de que estaba enamorado de ella, estaba enamorado de cómo me hacía sentir y ahora ya no podía verla como antes.

Me quedaba hipnotizado de como jugaba con su cabello (ondulado castaño oscuro) cuando estaba sentada esperando que comenzara la clase, de su voz dulce y tierna que la hacen lucir como una niña pero por dentro se siente como adulta, de sus labios cuando sonreía mientras hablaba con su amiga y ese pequeño gesto fruncido entre sus cejas cuando se siente alegre, aunque se vistiera con camisas largas en las clases de educación física para disimular su cuerpo este tiene todo lo que un hombre podría desear.

Ahora ya no solo quería verla sino que quería pasar más tiempo con ella ser alguien cercano alguien a quien le tuviera confianza pero había un problema yo era demasiado tímido como para acercarme, ya no la veía igual y este simple echo no me dejaba en calma era la primera vez que sentía algo así y por primera vez en mi vida no quería que esto me saliera mal por mi mala suerte, muchas veces trate de acercarme pero los chicos del salón siempre se burlaban y no podía si quiera hablarle mucho, no quería que por mi culpa ella también fuera objeto de burla así que me trague mis palabras y me reúse a solo mirarla.

El tiempo pasó y yo seguía en la misma situación todo esto paso cuando estábamos terminando nuestro tercer año ahora estábamos con nuestras camisas beihs del cuarto año y yo no había hecho nada.

Si quiera era un amigo cercano solo era un conocido visto por ella como un compañero con el que realizo alguna vez una tarea y nada más, así que me puse a pensar que podría hacer para acercarme a ella pero sin que nadie se enterara y fue allí cuando pensé.

- ¿Y si me hago amigo de sus amigos?

Es una forma inteligente de estar con ella pero nadie lo notaria, sabiendo cual era mi objetivo lo demás seria pan comido o al menos eso pensé, su mejor amiga Mariannys ahora se convirtió en mi objetivo pero las cosas se complicarían.

Resulta que Mariannys no solo se la pasaba con las chicas también pasaba tiempo con algunos chicos del salón y yo conocía a uno de ellos, le había hecho varios favores ayudándole con sus tareas y ahora era el momento de cobrarle, empecé a juntarme cada vez más con él para que así diera con Mariannys lo cual dio resultado, pero mientras más la conocía más me daba de que yo no le agradaba pero por caerle bien a los chicos del grupo me traba cortésmente.

Finalmente un día acompañe a todo el grupo que se iban después de clases en autobuses, aún recuerdo que cuando estábamos de camino a llevar a Jenny una chica de las del grupo, Jonathan el amigo que le ayudaba con las tareas pregunto a un puesto de hortalizas que por cuanto compraba a Mariannys y el vendedor respondió.

- "por una papa".

Todos empezamos a reírnos y mientras pasaba ese momento alegre con el grupo, por primera vez me sentí incluido en algo y ahora pensándolo en retrospectiva yo por querer acercarme a ella logre algo que en el pasado nunca conseguí.

Cuando ya casi todo el mundo se había ido para su casa, solo quedábamos cinco personas del grupo Jenny, su novio en aquel entonces Yosme, Jonathan, Mariannys y yo, estando los primeros tres sentados en la parte delantera del autobús, solo quedamos Mariannys y yo en la parte de atrás y empezando un tema de conversación como excusa para preguntar por Amelia yo le empecé hablar pero Mariannys se dio cuenta de mi interés tomándome fuera de base y sin filtros me pregunto.

- ¿Moisés a ti te gusta Amelia?

Nosabía qué hacer, si le decía que no todo seguiría igual y yo solo estaríaperdiendo mi tiempo pero si le decía que si al fin Amelia se enteraría de loque sentía, pero antes de que lo pensara con claridad una parte de mi hablo sinconsultar diciéndole que sí, la decisión ya había sido tomada y ya no habíavuelta atrás.