Son la una de la mañana con diecisiete minutos según el reloj de mi computadora al frente mío, y con un clima bastante agradable mientras doy mis últimos pequeños sorbos de mi taza de café ya algo frío. Trato aún de terminar el informe del caso "Eugene" para el capitán Wilson quien ya a su edad se está empezando a volver un poco cascarrabias.
A mis 34 años de edad, 16 años formando parte de la policía, siento que toda mi juventud la he perdido en este oficio, casi todas las noches es lo mismo, terminar informes mientras mis amigas están festejando cada noche y fines de semanas en discotecas, conociendo bares y chicos diferentes también. Ya no puedo ni recordar cuando fue la última vez que pise una discoteca, o salía a divertirme con mis amigas. ¿De verdad paso tanto tiempo desde la última vez?
En un abrir y cerrar de ojos el reloj marca ya las dos de la mañana con doce minutos... realmente no puedo creer lo rápido que ha pasado el tiempo, creo que ya va siendo tiempo de prepararme otro café para soportar lo que queda de la noche.
– No hay nada mejor que el olor de un café recién preparado en la cafetera – me dije a mi misma para darme ánimos y poder aguantar esta larga y aburrida noche terminando informes.
Vi mi celular sobre el mesón junto a la máquina que hace el café, debí dejarlo olvidado la primera vez que me serví la taza de café hace un par de horas atrás. Revisando mi celular, veía las fotos de mi mejor amiga festejando su cumpleaños junto a mis otras amigas en sus redes sociales y de cómo se divertían, y yo aquí perdiéndome de todo eso... En tan solo unas horas, ya habían visitado más de dos discotecas, esta última con un estilo muy diferente al de ellas. A la vez revisaba los mensajes que me habían enviado diciéndome que deje mi trabajo por un instante y valla a divertirme un rato con ellas. Que no daría yo por hacer eso, lastimosamente por mi jefe, a quien le debía presentar este informe terminado a primera hora de la mañana, no podía hacerlo.
Tres de la mañana con treinta y ocho minutos, una parte de mí se alegró de que por fin terminé con este tedioso informe, mientras mi otra parte estaba triste porque era otra noche que no disfrutaba con mis amigas y mi remordimiento mayor era el de perderme el cumpleaños de mi mejor amiga, eso sí que no me lo perdonaría yo nunca, aunque ella me comprendiera. A pesar de todo, ha sido un día común y sin sorpresas, para tantos otros días donde se ven casos muy complejos que toman meses en ser resueltos, ¿será que realmente este caso actual estará del todo resuelto? Muchas veces suelen haber sorpresas.
En la oscuridad de la noche donde solo había el resplandor de la luna ingresando por la ventana e iluminando el interior de mi habitación; escucho una vibración intensa de mi celular, no podía creer que no lograra tan siquiera descansar un par de horas que me quedaban antes de ir a la estación de policía a presentar mi informe ya finalizado. Aun así, sentía algo de curiosidad por saber quién era la persona por la cual pasaría desvelada hasta el amanecer. Bastando con estirar mi brazo izquierdo que al momento de salirse de mi cobija que me mantenía acogedoramente caliente en esta fría noche a 12°C, ya empezaba a sentir como se me congelaba el brazo por completo. Alcanzo el celular que se encuentra sobre la mesita de noche, casi que tirando la lámpara que estaba junto a mi celular, asomo mi cabeza sobre la colcha para ver quién era el responsable de interrumpir mi sagrada hora de descanso.
Valla sorpresa que me llevo, era mi mejor amiga, la cumpleañera Dana quien me estaba llamando a esta hora, ¿le habrá sucedido algo, otra vez?
"¿Dana?" "El concurso es algo dormido".
–¡Zarah, gracias por contestarme! –me respondió un poco exaltada, sonaba también algo ebria, deduje en ese instante que quería que fuera su conductora designada de último momento a como me lo ha hecho tantas otras veces. Ya estaba alistando mi mejor respuesta: "¿y si coges un taxi?", si no fuera porque me dijo algo que realmente me dejó preocupada.
–Necesito que me vengas a rescatar, estoy en el exterior de la discoteca "7Infiernos" y mi vehículo no funciona, aparte que hay unos tipos que me están mirando como si fuera su cena... puedes venir por mi... ¿amiga?
–¿7Infiernos? –Me pregunté a mi misma–. ¿Esa no es la discoteca de Eugene? –Continué preguntándome para mí misma en voz alta.
–¿De quién?
–Olvídalo Dana, pasaré por ti en unos minutos.
Como voy tan siquiera dejar botada a su suerte a mi mejor amiga de la infancia, no me lo perdonaría si le llegara a suceder algo en ese lugar, por lo que no lo pensé dos veces y me puse lo primero que encontré sobre la silla donde se arrumar mi ropa por las noches. La parte más complicada fue la de encontrar las llaves del auto, jamás recuerdo donde las dejo, por lo general al llegar a mi departamento siempre tiro todo por todas partes.
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XCrime Detective
RomanceLa detective Zarah Anderson se encuentra tras la búsqueda de sus últimas pistas que le ayudarán a cerrar un complejo caso que lleva más de 8 meses sin resolverse, pero una llamada anónima cambiaría sus planes al enterarse de la desaparición de su me...