Karma

Wushi

¿Quién dijo que el karma no cumple sus promesas?, se puso una mano en la cara y pensó en las 50 regresiones que había tenido desde que la señora karma, porque me negaba a llamarle de otra manera.  Decidió revivirme para poder cambiar el destino de sus hijos, lo cual era algo que incluso siendo líder de una secta que intentar lo imposible era su lema, se le era más que imposible, siempre terminaba siendo lo mismo, dos morían y el otro caía en la locura. 

 Tuvo que admitir con mucho dolor, que era mejor que Jiang Yanli muriera que lo hiciera que uno de sus otros dos hijos. El solo pensamiento era cruel, ni se diga de la acción pero resulta, que si su niña vivía era peor que el mundo acabándose, porque se convertía en alguien aterrador, peor que su madre incluso. 

 En dos versiones muy diferentes, A-Cheng y A-Li intercambiaron puesto. WanYin se casó y tuvo un niño muy adorable, pero murió a causas de defender a Wei Ying cuando las diferentes sectas quería atacarle, Yanli crío a su sobrino pero sin decirle nada para odiar a A-Ying, el mismo niño lo odio sin la necesidad de intervenciones mayores y esos eran uno de los rencores más grandes.Ella lo sabía y lo dejo así, Wei Wuxian regreso de entre los muertos como siempre lo hacía y se encontró con su sobrino, Shen Yuheng, un niño adorable hasta que le mencionas a un padre que no pudo conocer por defender a un hermano ingrato en sus palabras. 

Terminan arreglando sus diferencias, más ese odio que tuvo A-Li no lo pudo curar nadie, ni Jin Zixuan, ni su sobrino, hijo o hermano, a pesar de que Yanli tenía favoritismo por Wei Ying, ella con un orgullo oculto en el fondo de sus ojos, no admitió que por A-Cheng mataría si tuviera un cabello fuera de lugar. Jamás lo admitió pero su alfa interior consideraba a su hermano como un omega por proteger a pesar de que no tenía poder, ni deseaba el poder para hacerlo. Esa vida termino con ella, deseando que su hermanito pudiera ver a su hijo crecer para convertirse en un hombre fuerte y capaz de hacer llorar a alfas con una mirada, a pesar de ser un omega. 

En otra vida con quien intercambio puesto fue con Wei Ying, siendo ella la que logro convertirse en una cultivadora demoníaca que manejaba energía resentida con un abanico y una sonrisa calidad en el rostro.Wei Ying fue quien termino teniendo el niño, Lan Jie, otro bebe adorable que jamás volvería a ver, pero Jiang Cheng, él no pudo sobrevivir al hecho de que su amada hermana fuera una cultivadora demoníaca y su hermano muriera ayudándola a huir de las sectas, aunque él también colaboro con esa huida y no se arrepentía, hasta que su sobrino pregunto por su padre y no supo como decirle la verdad, este niño también guardo un resentimiento aun más fuerte que Jiang Yuheng,  odiaba y amaba a su tío y a sus padres, odiaba a un más a sus tía por hacer que dos omegas fuertes e invencibles se volvieran nada ante ella. 

Su madre le ayudo, mientras a él lo dejaban en brazos de un padre que moriría por un corazón roto por culpa del lazo fracturado entre parejas destinadas, tenía un hermano mayor adoptivo que ayudo a su papá, pero al final, ambos terminaron siendo criados por los hermanos de sus padres; ese niño creció para ser tan buenos en las palabras como Wei Ying y tan frió en el exterior como Hanguan-jun, progenie de sus padres en realidad. 

Pudieron arreglar sus diferencias, pero aun así era algo adverso de Yanli y  no quiero pensar en las razones por la cual a veces estaba tan disgustado cuando estaba en Yummend o él se encontraba en Lanlingjin, no quiero ni recordar el como miraba a Jiang Cheng. Al final Lan Jiu heredo la secta Lan y se volvió un alfa demasiado fuerte, pero culpa de mi intervención, Yummend fue quemado otra vez, esta vez no fue el sol quien destruyo su lugar de nacimiento, fue la nube.

Todo por mi culpa, mi maldita culpa. Con esto, eran 50 veces que lo arruinaba y no quería pararme de la cama, sabía que había una niña de la edad del mundo viéndome furiosa y a nada de matarme, le quise rezar a un Dios misericordia pero no harían nada cuando se trata del karma. En algunos retrocesos me encontré con tres Dioses, lo cual a penas me veían salían huyendo como si tuviera plaga y lo peor era que no estaban errados.