El palacio de Jade del reino de York era un desastre.
A pesar de que los bárbaros de Golzine habían intentado destruirlo, gran parte de la majestuosa construcción seguía en pie, reinando sobre la colina a las faldas de la cual se había fundado y construido el reino de la familia Callenreese desde que el primer hombre y la primera mujer de cabello dorado y ojos verdes habían llegado a aquel páramo miles de años atrás.
En aquel instante, a las trompetas de la victoria que habían sonado para darle la bienvenida al príncipe heredero de todo aquel imperio, el legendario Aslan Jade Callenreese, se sobreponía el ruido del caos ocasionado por los sirvientes que aún quedaban en el palacio y que se arremolinaban alrededor de los pasillos para ser los primeros en tener una vista aún más cercana de lo que esperaban ver: la llegada al palacio de su futuro rey y la primera visión de quien, se decía, era su prometido desde que había nacido.
Todo el mundo había hablado siempre del príncipe de Izumo quien era dos años mayor que el príncipe Aslan y a quien habían unido por medio de un contrato mágico años atrás al heredero al trono de York. La familia Callenreese, quienes desde hacía más de mil años eran los soberanos de aquel enorme imperio habían decidido unir a su hijo pequeño con quien sería uno de los príncipes más poderosos que existían en York: el príncipe de Izumo de quien nadie sabía su nombre aun y quien era descendiente de aquellos primeros humanos que habían sido bendecidos por el favor de los señores del viento y del fuego siglos atrás.
Todos sabían que la familia real de Izumo era la encargada de velar por la seguridad de todo el imperio debido a una sola característica: ellos eran los vigilantes que luchaban por la seguridad del impero a lomos de un dragón. Los príncipes y princesas de Izumo aprendían a volar a lomos de un compañero eterno incluso antes de caminar. Las familias reales de York habían opinado que no podría existir mejor unión política que aquella puesto que era importante contar con el apoyo de la llamada Guardia del Aire en las guerras que estallaban de forma esporádica en el reino de York, y claro, el rey y la reina habían creído también que era mejor evitar una rebelión en el reino de Izumo porque quienes acabarían destruidos serian aquellos que no montaran un dragón.
Sin embargo, la guerra había llegado a ellos desde el sitio más inimaginable, la guerra había venido de lejos, al mando de un hombre cruel y despreciable. Dino Golzine, a quien en el mundo se conocía como el gran conquistador, había atacado el Imperio por sorpresa, había destruido pueblos y civilizaciones enteras hasta que el propio príncipe imperial en persona había decidido luchar contra él cuando su hermano mayor y sumo sacerdote del reino, Griffin Callenreese, había sido herido hasta casi morir por uno de los mercenarios de Golzine.
La guerra había sido encarnizada pero aquella tarde por fin había llegado a su fin. La gente hablaría por siglos enteros de aquel último combate, del modo en el que la espada de jade y esmeraldas del joven príncipe se había hundido en la garganta de Golzine, matando de una vez a aquel hombre despreciable que había asesinado a sus padres y que de hecho, había destruido también la pequeña península de Izumo donde los únicos sobrevivientes habían sido el príncipe, el dragón quien era su compañero eterno y el tutor de los dos, Shunichi Ibe.
Aslan había de hecho sido forzado a combatir aquella última batalla en Izumo porque era su deber defender a su prometido aunque el alma del joven príncipe estuviera todavía rota por la pérdida de sus padres, el mal estado de salud de su hermano y la preocupación que le causaba saber que el próximo rey de todo aquel imperio sería él y que el príncipe de Izumo se convertiría en su consorte sin haber intercambiado ni una sola palabra con él hasta ese momento. Vamos, antes de ese momento Aslan ni siquiera había podido mirarlo.
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King of my heart.
FanficROYALTY AU: El príncipe de Izumo y el príncipe de York han estado unidos desde el principio de los tiempos. Un lazo mágico ha unido sus destinos desde antes de la guerra, un lazo mágico que pende de una condición: el príncipe Aslan de York debe amar...