Sakura y Sasuke

Día 9 "La sirena peligrosa"

 La pelea de la Kunoichi

País de las Olas

─ ¡Sasuke! ─ Gritó Sakura al joven shinobi de 15 años que saltaba de un lado a otro buscando indicios en la cueva marina donde se encontraban para poder completar su misión ─ ¿Puedo preguntarte algo? ─ Con voz tímida y forzada.

El Uchiha no ocultó su desagrado porque seguramente le diría algo sin sentido para llamar su atención, además el hablar con temas triviales lo ponía nervioso, simplemente no sabía cómo actuar ante ella, por lo que optó hablar con ella con su clásico tono cortante y grosero ─ Ya lo estás haciendo, ¿no? ¿Qué quieres?

─ ¿Podemos hablar?

─ Vuelvo a repetir, ya estamos hablando ─ Expresó sin dejar de mirar a los alrededores de la orilla del mar.

La chica se sobresaltó pero era cierto ─ sí ─ dijo avergonzada por lo que fue directo al punto ─ ¿tú conoces a Sukima?

Al escuchar ese nombre Sasuke se detuvo.

─ ¿Sumika, ese perdedor? Claro que lo conozco, ¿por qué lo preguntas?

─ Porque me invitó a salir ─ dijo entusiasmada, explorando el lugar.

Esa confesión para Sasuke fueron como miles de kunai atravesando su corazón, los celos se apoderaron de él, y buscando herirla dijo ─ Yo que tú, dejaría de perder el tiempo buscando noviecito, el entrenamiento y tu deber es primero y francamente tu desempeño deja mucho que desear a la hora de la misiones.

La chica sintió que moría por sus palabras, pero no permitiría que la lastimará de nuevo, o al menos no le daría el gusto de saber que la había herido, y no había más a quien echarle la culpa que a ella misma; preguntar cosas tontas a un tonto aún mayor, no tenía remedio.

─ Ya veo ─ sonrió ─ tienes razón, tal vez le diga que me ayuden a entrenar, gracias por tu consejo, sabría que podrías ayudarme.

El Uchiha cerró los puños, manteniendo su compostura y viendo como ella se alejaba de él.

Un minuto más tarde llegaron tanto Kakashi como Naruto, sin noticias del extraño ser que les fue descrito y que debían de capturar, debido a que estaba causando muchos problemas a los pescadores del lugar.

─ Kakashi-Sensei, ¿en verdad es una sirena? Porque yo no lo creo, hemos estado aquí todo el día y no hay indicios de esa mujer pez.

─ Sirena es una sirena, no mujer pez ─ lo corrigió Sakura ─ y una sirena muy peligrosa, según los lugareños.

─ Es correcto lo que dice Sakura, ella es peligrosa.

─ ¡Va! No creo en nada de eso, ni que estuviéramos en un cuento de hadas, ¿verdad, Sasuke?

El chico de cabello negro lo miró y algo debía de estar mal, ya que por primera vez estaba a favor de Naruto ─ Sí, estoy de acuerdo con el Usuratonkachi, esa historia de sirenas solo son cuentos de niñas, debe de ser algún tiburón o monstruo marino pero ¿una sirena? Por favor.

Tal parece que el equipo estaba dividido en creer y no creer en la supuesta sirena, por lo que Kakashi simplemente cerró los ojos y comenzó la letanía hacia sus alumnos escépticos.

En eso una hermosa voz empezó a llamar a Sakura, atrayéndola irremediablemente a la orilla del mar, sin que los demás se dieran cuenta.

─ ¡Sakura! ─ Dijo su nombre con voz suave, cantarina ─ Siento tu dolor ─ acariciando su lindo rostro ─ no debes de sufrir ─ continuo hablando, envolviéndola en su encanto ─ los hombres son malos, ven... yo puedo hacer que ese dolor cese.