«Capítulo 8»

408 41 8
                                    

Los personajes son propiedad intelectual de Masashi Kishimoto (岸本斉史).

La historia es completamente de mí autoría.

___________________

Para Sakura ya todo estaba perdido.

Cuando vio llegar a Sasuke al lado del joven rubio pensó y creyó que la pelea la ganarían ellos, pero que equivocada estaba.

Boruto junto a Kawaki se habían retirado a otro lado a combatir, dejando atrás a tres personas. A muchas en realidad.

La aldea estaba destruida, solo se observaba caos y destrucción alrededor.

Familias enteras estaban destruidas.

Todo por lo que un día pelearon ahora estaba destruido.

Empezó a temblar sin siquiera poder controlarlo, por donde quiera que mirara solo había muerte y destrucción. Cuando llego al lado de su hija, la encontró en un estado muy lamentable, junto a ella estaba su mejor amigo y esposo, ambos casi sin vida.

Naruto estuvo a segundos de morir, por suerte llegó rápido junto a Karin e Ino. Salvo a su amigo, pero sabía que no aguantaría mucho. Cada cierto tiempo rotaba para ver las mejorías en su hija y esposo, pero el resultado no era alentador para ninguno de los tres, solo los estaban manteniendo con vida unos segundos. Los daños internos eran tan grandes que necesitaría concentrarse solo en uno para salvarlo.

Salvar a uno y dejar morir a otros dos.

Su mejor amigo.

Su esposo.

Su hija.

Se negaba rotundamente a fracasar, sufrió y lucho mucho para llegar a donde estaba. Era considerada la mejor medico ninja de todas las naciones luego de Tsunade. Pero aun así no podía salvar a las personas que más amaba.

Y su hijo, su pequeño "Ita", le prometió volver, prometió que tendrían una familia unida y feliz.

Ahora se había dado cuenta que tal vez no iba a cumplir aquella promesa.

Sin contenerse comenzó a llorar.

Lloró de impotencia.

Lloró de rabia.

Lloró de decepción y desesperación.

—¿Mam...má? —escucho la débil voz de Sarada y corrió hacia ella —mamá, me... equivoque, lo... siento tanto mamá... fallé —pronunciaba con dificultad mientras lagrimas se deslizaban por sus ojos.

—No cariño, no te equivocaste —le dacia mientras ponía la cabeza de su hija en sus piernas.

Debía pensar en una rápida solución, no podía dejar a su hija morir, ni a su mejor amigo ni a su esposo, pero no tenía tiempo de curarlos a todos al mismo instante, ya había invocado a Katsuyu, ya había abierto el sello de su frente, aun así, sentía que ya no tenía fuerzas.

—Prométeme mamá... promete que cuidaras bien de mi hermanito —pronunciaba ya con dificultad, Sarada sabia el desenlace, ya sabía su final —promete que tú y papá le darán la familia que él se merece.

Sakura no hacía nada más que llorar al escuchar hablar así a su hija, ¿qué puedo hacer? se preguntaba, ella era conocida por su gran mente al momento de analizar situaciones complicadas junto a su destreza para salvar vidas, pero ahora no podía hacer nada más que llorar.

—Estamos perdiendo al señor Uchiha —menciono uno de los médicos, Karin comenzaba a hacer maniobras de reanimación rápida.

—Quédate conmigo Naruto, vamos cabeza hueca, lucha —decía Ino, mientras hacía lo mismo que Karin.

PromesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora