CAPÍTULO 24

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-Jenny-

Después de que Melanie cumpliera sus palabras hasta el punto de hacer que me corriera fuimos al agua ya que por suerte no había a penas olas.
Así que cuando estuvimos un rato bañándonos decidimos irnos ya que se nos había hecho de noche y la madre de Mel había llamado para que volviera a casa.

-No quiero ir a casa –me dijo con unos morritos una vez arrancado el coche.

-Pero tienes que ir porque si no tu madre nos mata a las dos –le dije guiñándole un ojo.

-Me da igual, quiero pasar más tiempo contigo –siguió poniendo morritos.

-Haber, ¿y a dónde quieres ir chantajista? –pregunté burlona.

-A tu casa –dijo poniendo enseguida una preciosa sonrisa.

- ¿A mi casa para qué? –dije sin evitar reírme ya que me hizo gracia su elección.

-Porque te toca –dijo sonrojada y sin ni si quiera mirarme.

- ¿El qué me toca? –pregunté haciéndome la ilusa y sabiendo perfectamente a lo que se refería recorriendo una mano por su entrepierna ya que la otra estaba al volante.

-Pues eso idiota –contestó mucho más sonrojada que antes.

-Te llevaré entonces a mi casa, si tanta ilusión te hace... -le saqué la lengua.

Después de mi comentario me pegó suavemente con la mano y tras media hora conduciendo ya habíamos llegado a mi casa. Melanie estaba dormida así que la cogí en brazos como una princesita intentando no despertarla y cuando entramos la tumbé en mi cama, le quité la ropa ya que la tenía mojada del biquini y le puse un pijama mío, tras ello la tapé porque tenía la piel un poco fría.

-Buenas noches mi amor –le dije susurrando acompañado de un pequeño beso en la frente.

Después de darle las buenas noches a Melanie, comencé a desvestirme y tras ponerme mi pijama me tumbé junto a ella.
A los cinco minutos empecé a escuchar risas, entonces encendí la lamparilla y vi a Melanie riéndose.

-Ya en serio, me estoy planteando esto de ser actriz –dijo sin dejar de reírse.

-Eres idiota Mel, pensaba que estabas dormida –dije rodando los ojos hacia arriba.

-Ven aquí –se rió dándome un tierno besos en los labios.

-Prepárate –le amenazo pícara.

- ¿Para qué? –me preguntó extrañada.

-Pues para lo que me toca –sonreí burlona.

Después de mi comentario se sonrojó así que decidí justo en ese momento empezar con lo que me apetecía; darle placer.
Comencé a quitarle primero el pantalón y a continuación le bajé un precioso tanga rosa de encaje y enseguida muy decidida empecé a deslizar mi lengua por su parte íntima a una velocidad bastante rápida provocando en ella unos quejidos.
Tras ello empecé a penetrarla con un dedo a lo que me respondió con un gemido, así que para provocar muchos más gemidos en ella introducí un segundo dedo el cuál moví al unísono con el primero, me encantaba su cara de excitación cada vez que alternaba la lengua y los dedos con rápidez pero mucho más me gustaba comérselo.
Fui a subirme encima de ella pero Melanie me volcó quedándose ella encima de mí, me bajó las bragas y comenzamos a movernos y a acelerar el ritmo con sumamente rápidez, nuestras respiraciones estaban muy agitadas y su parte íntima con la mía se complementaban a la perfección hasta el punto de que no podíamos dejar de darnos ni de rozar nuestras intimidades ya que estaban muy húmedas.
Para hacer que se corriera me tumbé boca arriba y ella se sentó sobre mí quedando su intimidad justo encima de mi boca para recorrer mi lengua por todo su centro y conseguir que llegara al orgasmo.
Al terminar nos cambiamos y nos tumbamos en la cama ya si para dormir, Melanie se acurrucó a mí y yo la abracé fuertemente por detrás.

-Te quiero –me dijo apretando más mis brazos contra ella.

-Yo te quiero más –le respondí dándole un suave beso en el cuello.

Tras más palabras cariñosas, nos dimos unos cuantos besos y nos acariciamos la piel hasta quedarnos dormidas, ella lo era todo para mí.

Buenos días a tod@s, ¡espero que os haya gustado este capítulo! Hasta el siguiente🤗❤️

_María_

No volveré a dejarla ir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora