La luz del sol me sorprende sacándome de mi tan relajante sueño, me estiro escuchando crujir varios de mis huesos que no son más que maniobras de la vejez, que insisten en pisarme los talones. Pero más me sorprende sentir su cálido cuerpo junto el mío, su cara esta tibia, calmada, en su rostro todavía quedan restos de maquillaje, a pesar de habernos bañado el maquillaje de las cejas no se diluyo con el agua, ni el delineado de los parpados, su cabello esta despeinado, pero ante mis ojos sigue siendo igual de hermosa.
Me emociono al ver ese brillante anillo color bronce en su mano, lo compre sin muchas expectativas, no esperaba que en menos de un día dejara de saborear el sabor de un caprichoso destino, rememorara los ecos del pasado que me hicieron el hombre herido y frio que una noche fue a la casa del Tío Ali en busca de formar una familia, que mi amor dejaría de pertenecer a la vergonzosa categoría de amores frustrados, que Jade Mebarak me acepto, que me ama, que saboreé las maravillas del destino y que por primera vez hice el amor siendo correspondido en una espectacular noche en Rio de Janeiro.
La observo por un largo rato, pierdo la noción de la realidad y del tiempo, no es hasta que frunce el ceño, estira las piernas y acaricia con aun los ojos cerrados mi pecho, sonrió, con ansias veo a los ojos más bonitos de Brasil, puedo pasar todo el día viendo esos ojos de leona y esa picara sonrisa.
-¿Qué es lo que más te gusta de mi?-pregunto acariciando su cabeza.
-Todo-responde de inmediato, me siento cohibido ante su respuesta.
-Te pusiste rojo, es la primera vez que te sonrojas en todo nuestro matrimonio ¿Quién pensaría el imponente empresario marroquí Said Rachid sonrojado por un simple piropo?-dice burlándose.
-Es que el primero que me hacen-susurro con timidez ¿Timidez? En mi no lo creo, esto es muy raro.
-¡Claro que no! ¡No seas mentiroso! Y ¿Todos lo que te hice antes, los de Rania y los de Maisa?-dice sonriendo-¿No cuentan?-pregunta acariciando mi cara.
-Es que esta...-digo aclarándome la garganta-La primera vez que la mujer que amo y que me ama, me lo dice con sinceridad y ese es el piropo que he esperado toda la vida. Si soy algo egocéntrico, me gusta que me alaguen y reafirmen. Pero siempre espere el tuyo, no sabes cuánto....-digo viendo el brillo de sus ojos.
-¿Qué sientes por Rania?-pregunta de repente-¿Con sinceridad?-con una seriedad digna de funeral.
-Ella me gusta mucho, la quiero mucho, siento un sentimiento profundo y sincero por ella, es muy bonita, tiene una mirada muy tierna, me ama mucho. Estoy agradecido con Allah por ponerla en mi camino-digo con absoluta sinceridad, recordando todos los buenos momentos que me ha dado una de mis esposa.
-Y ¿Lo que le hizo a Khadija no tiene peso?-pregunta con repentina molestia Jade.
-Claro que lo tiene, no la estoy defendiendo, hizo mal, pero no por eso la voy a repudiar. Te recuerdo-digo volteándola a ver-Que cuando tú me pisaste, te acostabas con tu "amante", me hacías sentir el peor hombre del mundo, destruiste mis sentimientos y mi amor propio. Ella estuvo ahí conmigo, amándome, haciendo hasta lo imposible para que te olvidara y estuviera feliz, dándome un hijo y la oportunidad de tener una familia donde TODOS nos amaramos-digo viendo su cara de vergüenza.
-Pero no pudiste olvidarme...-dice de manera burlesca, la miro por el rabillo del ojo
-Primero me olvido de mi nombre, pero voy a hablar con ella, estoy pensando en cómo resolver el enrollo que tengo por vida-digo abrazándola dándole muchos besos, escuchando su encantadora risa.
-Said-dice abriendo los ojos de repente-¿Qué hora es?-dice sentándose bruscamente mirando hacia las cortinas.
-No sé ¿Qué paso? ¿Por qué te pones asi?-digo con preocupación mientras me siento.
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Mas allá de la opresión del velo-(Jade y Said) (Corrigiendo)
FanfictionJade y Said empiezan desde cero, donde desde la opresión de aquel velo que le arrebato su libertad, sus sueños, que en colores encantadores y brillantes joyas se llevo sus años, su juventud, su gran amor. Donde ambos son felices donde Jade empieza a...