Piel de porcelana

for sure in another life

Dime algo... ¿Crees en las alma gemelas?

En ese momento, mientras te tenía en mis brazos supe que había encontrado la mía, pero como siempre, había algo mal en esta historia de amor y locura.

Te tenía entre mis brazos, justo donde siempre había querido tenerte, pero tú piel estaba fría como los muertos y sin en cambio... aún vivías.

"Podría morir ahora mismo" susurraste con esos labios pálidos como las violetas. "Lo haría con una sonrisa, ahora mismo"

Me pareció lo más triste que alguna vez me habías dicho, pude ver tus ojos llenos de pena, llenos de muerte y por primera vez en mucho tiempo, el barrio de las luces, no brilló más.

Te pegué a mi pecho, ¿pudiste sentir mi corazón romperse? Entre mis brazos miré al cielo, oscuro, sin estrellas, una noche sin Dios y aún así, me atreví, a rogar por milagros a rezar a los santos, al mismo diablo, si te mantenía junto a mí.

Te escuché llorar como hace tanto tiempo, tu cuerpo temblaba y yo no sabía si era causa de tus lágrimas o del frío que hacía, así que volví a abrazarte fuerte, como si con eso pudiese reparar el daño.

¿Crees en las almas gemelas? Yo siempre había sabido que eras la mía, incluso mucho antes de encontrarte, pero nada es dulce en este cuadro viejo, que cuenta nuestra historia desde la antigüedad, el tiempo y la muerte, constantemente enamorados, mientras te abrazaba sentí que eso a lo que llamas almas, se completaban por completo.

Una sola en dos personas rotas, que al unirlas formaban una. Pero de eso no va esta historia, por qué la cicatriz iba mucho más allá de la piel o el músculo, nuestra herida atraviesa hasta el hueso, lo rompía por completo.

Demasiados órganos para encontrar el alma.

"No me sueltes" me rogaste.

¿Cómo podría amor?

¿Cómo podría?

Verte tan roto siempre me llegaba al corazón, junté tu frente con la mía, me miraste a los ojos derrotado. Estabas exhausto de tantas tristeza, la melancolía era sinónimo de nuestros nombres.

Éramos tan similares tu y yo, siempre lanzando poesías a la muerte.

"¿Por qué siempre me perdonas?"

No lo sé... no lo sé.

Te besé la frente, te quería tanto y a la vez... te odiaba a raudales.

"Seguro que algo hice bien en otra vida, si siempre vuelves a mi, mi amor" me dijiste tratando de besarme los labios, me aparté un poco, la palabra amor jamás había salido de tus labios antes "si siempre vuelves... seguro que en otra, debía haber hecho algo muy bueno"

Quizá en otra vida- quería decirte- seguramente, en otra vida...