Esther miraba a lo lejos la ciudad de Nueva Orleans, de repente, sintió que alguien venia desde atrás suya, cuando miro, se encontró con un chico de unos 26 años, tenia el pelo negro y unos ojos del mismo color, era alto y fuerte.
-¿Eres Esther Mikaelson?.- dijo el.
-Si, veo que eres de esos pocos que quedan.-
-Aun quedan muchos como yo.-
-Pero no luchan por tu causa... la causa de Damocles y mía.-
El chaval miro al suelo.
-Lo se, y quiero cooperar.-
-¿Como te llamas?.-
-Derek.-
-Bien, Derek.- sonrió Esther.
Esta se acerco a el hombre lobo.
-Tenemos mucho trabajo que hacer y mucho que sacar a la luz.-
-¿Sacar a la luz?... ¿que hay que sacar a la luz?.-
Esther sonrió aun mas.
-La realidad.-
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-Levántate, Hope, tenemos que ir al aeropuerto.- dijo Caroline entusiasmada.
Hope sonrió con los ojos cerrados, Caroline iba hoy con todos a ver a sus amigos de Mystic Falls, su padre y su tío Elijah le contaron muchas historias de ellos y de las cosas que hicieron en ese pueblo y ella iba con ellos al aeropuerto para despedirlos.
-Voy, mama.- dijo levantándose.
Caroline la mato con la mirada a lo que Hope rió.