Capítulo Único

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-hablan-

-"recuerdos"-

-"Letra de la canción correspondiente y/o pensamientos"-.

~oOoOoOoOoOo~

No sabía si él existía, si lo que miraba era un simple producto de su imaginación que cobraba vida en su subconsciente transmitiendole todos los sentimientos y esas sensaciones en el mundo de los sueños, o si era algo que vivió en su otra vida, pero lo único que tenía claro, era que quería estar con ese chico, acariciar sus cabellos negros, mirar más de cerca esos hermosos ojos tan expresivos y redondos, sin duda besar esos labios que parecían ser tan suaves a plena vista, necesitaba que fuera verdad, necesitaba encontrarlo.

~OoOoOoOoOoOo~

Despertó de manera pesada, detestaba despertar y saber que él no estaba entre sus brazos, pero en ese momento, le moestaba ser despertado por la ruidosa pareja de a lado; se sentó en su cama, tallandose los ojos se recargó sobre el respaldo de la cama y poniendo mayor atención a los ruidos de sus compañeros de casa, solo pudo sentirse más solo.

-Por favor, no sé cual es tu nombre, pero te espero aquí. -

Volvió a meterse bajo las sábanas esperando a soñar otra vez con él, deseaba tanto que el contacto fuera real y no más en sus sueños.

Estaba de pié en un bosque, dio ligeros pasos sintiendo una fuerza de atracción que lo hacía moverse, el viento soplaba aligerando el calor que había, siguió caminando hasta encontrar una pequeña figura enfrente, estaba sentado dandole la espalda, era él, lo sabía, corrió hasta llegar enfrente y mirar los ojos más hermosos que jamás había visto, miró sus labios, estos se movían una y otra vez, pero no podía escuchar o entender ninguna de sus palabras.

Lo abrazó, lo abrazó de manera firme, envolviendo su pequeño cuerpo que encajaba con el suyo, sintió como era correspondido, miró hacia el rostro de la pequeña persona en sus brazos, no lo reconocía, no sabía quien era, solo sabía que él era su destinado. Intentó acercarse a sus labios, pero el más bajo se separó levemente comenzando a mover nuevamente sus labios, y comparación de la primera vez, podía oir, pero no era una voz, era un sonido hetereo y conciso, el paisaje frente a ellos comenzó a cambiar, su pulso se disparó, sintió miedo, pero él seguía en sus brazos, el sonido comenzó a hacerse más fuerte...

-¡Despierta de una vez!- Sintió como era golpeado por una almohada, justo en su rostro y pudo oír claramente su alarma sonar.

-Lo haré en un momento, ahora largo de aquí.- Tomó la almohada y volvió a lanzarla, luego escuchó la puerta siendo cerrada, nuevamente cómodo en su soledad pasó una de sus manos por su rostro, apagando el aparato electrónico.

Salió de su habitación completamente listo para ir a la oficina, tenía que hablar con su padre, necesitaba encontrar a su destinado.

-Buenos días, ChanYeol. -Escuchó la voz de la pareja de su primo y le saludo igual.

- No desayunaré con ustedes, se me ha hecho tarde y SeHun, ve más tarde a la empresa, hablaré con mi padre para que te deje volver y salgas de mi departamento.-

Salió y caminó hasta el elevador, pidiendo este, una vez dentro pulsó el primer piso. Si el tráfico estaba como de costumbre, apenas podría llegar a tiempo, de todas formas hoy no tenía una agenda especialmente apretada. Una vez las puertas del ascensor abrieron se dispuso a salir, su auto lo esperaba afuera y habría llegado a el de no ser la pequeña persona que chocó con él.

-Escucha cariño, es lo mejor para tí no sufrirás por nada y tendrás la vida resuelta en cuanto él te marque.- insistió su madre nuevamente con el apoyo de su padre mientras desayunaban, hasta que alguien tocó la puerta de la casa, quiso desaparecer en ese momento, no necesitaba abrir la puerta para saber de quién se trataba.

No mueras antes que yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora