Prólogo.

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El amor es la base de la vida; todos siempre vamos en busca de ese amor incondicional, el que no nos dejará y nos dará una inmensa felicidad, realmente lamento romperte las ilusiones pero las cosas no son así, la vida no es así.
De pequeña soñaba con el día que conocería a mi príncipe azul, me llevaría a su palacio en su hermoso corcel blanco y me amaría eternamente pero con el tiempo entendí que eso sólo era fantasía y comencé a aceptar el mundo tal cual era, comencé a estudiar demasiado porque el único futuro que tengo seguro es el que yo me puedo dar, me inicié en la aviación a los 15 años; un mundo plagado de envidia y machismo, sobre todo de odio pero es la única manera de salvarme, de poder hacer algo por mi.
Los sentimientos los dejé fuera de mi, los boté de mi vida; los sentimientos te vuelven débil y propenso al fracaso, es por eso que tantas personas salen heridas, por su estúpido afán de amar y aferrarse a alguien más que los dejará sin más.
Te daré un consejo: "nunca te enamores".

Oculta entre espinas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora