P2: Pensamientos fríos.

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El cerebro de Joel realmente no terminaba de comprender como demonios es que había terminado sentado en un sofá en medio de una sala repleta de chicos que más que bailar; bebían como si sus vidas dependiesen de ello.

Buscó con la mirada a Richard hasta que lo encontró apoyado en la barra de bebidas sosteniendo un vaso de plástico color azul cielo sonriéndole a una muchacha morena de cabello rizado.

—¿De verdad piensas tener esa cara toda la noche…?—cuestionó Daniela Uccello observándole fijamente.—Porque si es así, de verdad que hubiese preferido no venir contigo…

—¿Cómo te lo digo…?—se cuestionó a sí mismo.—Tú no viniste conmigo.—le recordó Joel. Daniela dejó escapar un suspiro entornando sus ojos y negó de inmediato.

—¡Lo que sea!—se  quejó.—De verdad podrías quitar esa cara de pocos amigos que tienes y podríamos charlar un poco. Tal vez así nos podemos conocer mejor y entonces podrías descubrir que no soy tan mala persona como crees…¿no te parece…?—musitó cruzando sus brazos por encima de su pecho.

Los ojos de Joel se quedaron estáticos en ella tratando de procesar todas y cada una de las palabras que acababan de salir de los labios de la muchacha y apartó la mirada un poco.

La idea era buenísima pero  su orgullo era más fuerte incluso que el amor secreto que sentía por Daniela Uccello
.—Ni siquiera podemos hablar sin gritarnos a la cara el uno al otro…—respondió.

Daniela negó.—Perdón por eso…

—No me refiero a eso. Algunas veces eres insoportable; estoy de acuerdo con eso pero en realidad me refería a este momento. Ni siquiera podemos hablarnos sin tener que gritarnos…—añadió trazando un circulo imaginario para darle a entender que se refería al ambiente que los rodeaba.

—De…acuerdo…—murmuró con simpleza. Joel dejó escapar el aire de sus pulmones cuando se dio cuenta que la chica se había dado por vencida.—Entonces…¿quieres ir al patio trasero…?—cuestionó sonriéndole ampliamente.—Cuando llegamos vi que estaba un poco despejado, además…el aire lleno de humo de tabaco me produce tos…—hizo una pausa.—¿Ahí podríamos hablar mejor, no crees…?

El muchacho entornó sus ojos con una mueca de fastidio pintada en el rostro. Creer que Daniela Uccello se había dado por vencida en serio había sido la cosa más estúpida que había creído en su vida. Claro que ella no se daría por vencido tan fácil. ¡Era un ingenuo!

—¿No vas a dejarme en paz, cierto…?—preguntó cruzando sus brazos por encima de su pecho. Ella se rio.

—No realmente…

(…)

—Así que al final de cuentas terminaste accediendo a venir a la fiesta con Richard…—comentó la chica tomando asiento en una de las  pequeñas salas blancas de jardín.

El pelinegro la miró un momento.—Richard puede ser bastante persuasivo cuando se lo propone.—respondió con simpleza.

—¿Y eso es bueno…?—añadió enarcando una de sus cejas.

—A veces nos causa problemas.—musitó encogiéndose de hombros.—Lo que realmente no logro comprender es por qué demonios de repente tienes interés en hablar conmigo…—reflexionó llevando sus ojos hasta Daniela.—Es decir, hemos compartido las clases desde tiempos remotos y nunca antes de habías acercado a mi…es decir; estoy casi seguro que ni siquiera sabías mi nombre hasta esta mañana cuando seguramente le preguntaste a alguien quién era el nerd que quitó tu anuncio del periódico escolar…

Ella gimió en voz baja. Joel era sumamente inteligente y aunque le daba un poco de pena aceptar en voz alta que él tenía razón; en verdad la tenía. Sólo que él realmente no tenía por qué saberlo.

SE BUSCA NERD ¡URGENTE! (SSB #4)|JOEL PIMENTEL|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora