No me llames más.

22. Tú.

Ha pasado medio año desde que escuché aquella conversación de Hendry mientras hablaba por su móvil. La verdad que sé poco o casi nada de él, ya que por desgracia o suerte no he tenido ningún encontronazo con él por el campus ni tampoco hemos coincidido en ninguna de las numerosas fiestas universitarias. La verdad que muy a mi pesar lo sigo queriendo, se me sigue removiendo algo internamente cada vez que pienso en él y en los buenos momentos que pasamos. No entiendo por qué me dejó, ni por qué se marchó, ni nada. La verdad que por más vueltas que le dé al asunto no podré entender qué coño pasa por su cabeza y por qué se comporta así.

Así que sí, no sé absolutamente nada nuevo de él.

La vida en la universidad va muy bien, las clases son estupendas y he conocido a numerosas personas que podría llamar mi pequeña familia, ya que al fin y al cabo estar lejos de casa hace que tengas que "construir" una familia para intentar buscar el cariño y el calor que la verdadera familia te proporciona.

Al ser primavera, el nuevo cuatrimestre a penas ha empezado a ponerse serio por lo que hay demasiado tiempo libre, y sinceramente prefiero invertir mi valioso tiempo en otras cosas que no sean los estudios ya que cuando llegue la época de exámenes estaré saturada, y no quiero pasar cuatro meses más agobiada de lo necesario. 

Hay una chica, Megan, con la cual en los últimos 3 meses más o menos he congeniado muy bien. Nos ayudamos en todo lo que podemos, y además, vamos juntas a clase y su habitación es la contigua a la mía, por lo que mejor que mejor. Gracias a ella, la universidad y mi vida no se hacen tanto tan cuesta arriba.

-Já -suelto a la pantalla de mi MacBook en el cual estoy viendo uno de los episodios de Regular Show, que no entiendo muy bien por qué, pero hace que no pueda apartar la mirada de la pantalla- qué bueno.

Unos pasos comienzan a escucharse tras la puerta que separa mi habitación del pasillo, y al mismo tiempo comienza a sonar una canción muy conocida para mí. Antes de que pueda alzar un poco la mirada sobre la pantalla de mi portátil, la puerta de la habitación se abre dejando paso a mi nueva amiga Megan.

-I LIKE BOARDING JETS, I LIKE MORNING SEX, BUT NOTHING IN THIS WORLD THAT I LIKE MORE THAN CHECKSSSS -canta la chica a pleno pulmón, a lo que no puedo evitar reír y mirarla como si se le hubiera ido la pinza.

-Hola Meg, buenas tardes para ti también. -respondo yo, aunque mi amiga sigue cantando como si no hubiera un mañana y bailando sobre la alfombra de mi cuarto.

- Salimos esta noche, ¿vale? No acepto un no por respuesta.- Me contesta ella y no me da la opción de contestar ya que continúa hablando.- A las once vendré a tu habitación y nos arreglamos juntas, y ponte guapa porque hoy toca fiesta, así que echa una siesta ahora porque no vamos a parar de bailar en toda la noche, y no te quiero ver cansada.

-De acuerdo. -Respondo mientras río y vuelvo a mirar la pantalla de mi Mac.

Mi amiga comienza a salir de mi habitación mientras baila alegremente, no sin antes dirigirse hacia mi:

-Te amoooo.

-Y yo, bae.- Respondo yo, aunque ésta ya ha salido por la puerta.

Cuando el reloj a penas ha marcado las 23.00 la puerta de mi habitación se abre de golpe, y puedo ver a través del reflejo del espejo del cual estoy sentada delante la figura de mi nueva amiga apareciendo por detrás de mí.

-Así me gusta, que te estés maquillando y poniendo guapa, bueno, más de lo que eres claro.- Me dice mientras puedo apreciar a través del espejo que ya va vestida y maquillada.