Inocente tortura [SAW]

Capítulo 1

Todo me da vueltas. Siento como si mi cabeza estuviera a punto de estallar. Apenas puedo abrir los ojos, los cuales me pesan demasiado por el cansancio, y me duele todo el cuerpo. ¿Qué ha pasado? Lo último que recuerdo es haber tenido una conversación con Li, algo agitada por... ¡Los ruidos en mi casa! ¡Era eso! ¿Estoy secuestrada? ¿Cuánto tiempo llevo aquí? Por más que intento moverme, no tengo fuerzas, y creo... Creo que estoy encadenada... Necesito descansar, sea lo que sea lo que me ha pasado, luego intentaré escapar. Mi corazón late demasiado rápido... No sé si podré, pero tengo que recuperar fuerzas.

Abro los ojos. Parece que me encuentro un poco más recuperada del cansancio, el mareo y el dolor de cabeza, como si hubiera sido provocado por alguna droga usada para secuestrarme. Pero tengo hambre y sed. No sé cuánto tiempo llevaba dormida. Examino la habitación en la que me encuentro con el corazón volviendo a palpitar rápidamente en mis oídos. Me encuentro encerrada entre cuatro paredes de azulejo azul descolocados y despintados, sin nada más que algunos restos de cadenas, jeringas y... ¿Sangre? Por favor, espero que las manchas rojas no sean de sangre... El pensamiento me pone aún más nerviosa, con ganas de gritar y salir corriendo de allí. Más de las que ya tenía. Enfrente de mí hay una gran puerta de hierro, parece lo único de este espacio que no está viejo, sucio y desgastado. No tengo ninguna posibilidad de intentar abrirla (Lo cual aún me parece más imposible) si no me libro de las cadenas. Tampoco sé si de alguna forma hay alguien observándome. Hago otro intento de romper las cadenas por la fuerza bruta, lógicamente acabo haciéndome más daño y no sirve de nada.

Por suerte o por desgracia, me doy cuenta de que no estoy sola cuando una pantalla aparece junto a la puerta, mostrando un grotesco muñeco con mejillas rojas... Como el de las películas de Saw. No puede ser. Todas esas personas desaparecidas misteriosamente de sus casas de las que no se ha vuelto a hablar... ¿Han estado aquí también? Siento que mi final está cerca. Nunca sería capaz de pasar sus pruebas... Trago saliva con un gran nudo en la garganta, percatándome de que tenía la boca seca y la garganta irritada. Había estado llorando y gritando, pero no recuerdo aquel momento. Una voz me pone los pelos totalmente de punta sacándome de mis pensamientos, me aterrorizan sus palabras:

- Hola, Akira... Quiero jugar a un juego

En cuanto miro a la pantalla, veo que es el muñeco quien me habla, y noto como mis ojos dejan escapar varias lágrimas. Aún tenía la pequeña esperanza de despetarme de golpe en mi cama y darme cuenta de que todo era un sueño... Pero eso no pasaba.