Prólogo

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Buenos Aires, 26 de Abril del 2019

Para mi socio, El Mapache.

Supongo que entenderás el porqué de esta carta. Quiero creer que tenés la suficiente capacidad mental como para hilarla a los hechos ocurridos este pasado lunes veintitrés.

Por si no te acordás, te refresco la memoria. Me refiero por supuesto al tiroteo en Cali, Colombia. No sé si tenías la idea de cerrar el pico y no decirme nada, así esperando que yo no me fuese a enterar, pero te recuerdo, mi amigo, que tengo ojos en todas partes.

De por sí un tiroteo con un montón de transas de mierda no me parece una buena idea, pero tu ejecución fue lo suficientemente mala como para que las autoridades cayesen y detuvieran a un número significativo de tiradores nuestros.

Van a sacarles información, Mapache. Van a hacerlos hablar, y más te vale que ninguno tire datos que puedan relacionarme con el hecho. Si llego a enterarme que alguien me mencionó en una sesión de interrogación, vas a tener problemas.

Sabés muy bien que esta no es la manera en la que nosotros trabajamos, y si no sabés adaptarte a un estado de mente más civilizado, vamos a tener que echarte de nuestra organización. Te darás cuenta que eso no te deja en buen lugar.

Y me daría bastante pena, la verdad, tener que sacarte. Sos un buen vendedor, no te lo voy a negar, sabés distribuir el producto por las plazas y los puntos claves, pero eso no quita lo otro.

Espero, tanto por mi y por vos, que la PDA no escuche mi nombre de alguno de esos energúmenos que tenés de mercenarios.

No es necesario que contestes a esta carta, no quiero que nadie note nada raro.

Nos comunicaremos en persona el diez de mayo, donde ya sabés.

Suerte, y no cometas más deslices.

Atentamente, tu socio,

El Carso.

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