Mi padre era teniente general de uno de los ejércitos más famosos que existen: El ejército oficial de Estados Unidos. Algunos lo verán como una suerte, sin embargo, para mí esto era todo un incordio.
Él estaba empeñado en que sus hijas, o sea, yo y mi hermana, estuviésemos en un campamento militar mientras que él trabajaba con sus individuos. Mala idea por una parte, ya que todo lo relacionado con lo militar es una mierda pero, cambié de opinión justo al conocer a Luke Hemmings, el engreído chico de Florida que hizo que mi estancia en aquel infierno fuera más... ¿cómo decirlo? Entretenida.