cap 8?

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No me acordaba cuando o a qué horas me había dormido.

Solo sé que estaba jugando con Purfuruberto en mi cama y de repente me dio sueño.

Ya era de mañana y me dispuse a levantarme, cuando a mi lado se hallaba un dormido y encuerado (sin camisa)  Sebastian. Pero eso no era todo, estaba abrazándome la cintura con fuerza.

No pude evitar sonrojarme y me trate de levantar, pero cada vez que lo intentaba me apretaba más a su torso desnudo. Y lo peor (o mejor) de todo es que yo estaba en paños menores, los cuales constaban de una blusa de tiritas blanca y unas bragas negras.

-          Hueles bien- dijo la voz sexy y profunda de Sebastian.

-          Emmm Emmm g-gracias- dije mientras me acomodaba para salir de sus fuertes y suaves brazos.

-          No te vayas, quédate a mi lado pase lo que pase- dijo un somnoliento Sebastian.

-          P-p-pero que cosas dices, jajá, estas soñando-

-          Contigo- me apretó aún más a su cuerpo.

No pude evitar sonrojarme y que mi corazón se descontrolara.

Después de una hora de haber estado entre los brazos de Sebastian, él se despertó y se fue al baño.

Me levante y fui a ponerle comida a Purfuruberto, pero el gato no estaba.

Mierda, mierda y más mierda.

El gato no estaba, me alarme, porque quería a ese gato.

Cuando baje las escaleras y vi a Sebastian casi idolatrando al gato.

Estaba jugando con él y lo acariciaba con delicadeza. (Estúpido y sensual gato)

-          _______ (tu apodo) creo que deberías ponerte algo que te cubra-  a que se refería si yo estaba… oh…- no creo que pueda controlarme esta vez- levanto su mirada de Purfuruberto y me guiño un ojo y yo roja como un tomate  me fui a la ducha.

Era la hora del almuerzo-desayuno, y no sabía que comer.

-          Hermosa dama…- me llamo Sebastian desde al parecer era el comedor de los viejitos pervertidos-¿quisiera usted acompañarme a comer esta deliciosa comida?- su sonrisa era deslumbrante al igual que lo que había preparado.

-          Claro- dije con una amplia sonrisa en mi rostro.

El almuerzo-desayuno fue muy divertido Sebastian se mostró amable y cariñoso.

Pasamos el día jugando con Purfuruberto, cuando se escucharon unos pasos en el sótano.

Enseguida Purfuruberto se asustó y se escondió detrás del sofá, mientras que Sebastian y yo nos pusimos de pie y nos dispusimos a investigar.

MI DEMONIO FAVORITO (Sebastian Michaelis y tú) *Pausada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora