Con el rubio equivocado

1. Retorno

Luego de haber pasado por todos los estragos causados por Ultron y sus oscuras intenciones de destruir a la humanidad, el mundo celebraba por haber sobrevivido. Los Vengadores habían logrado salvar a toda la raza humana; los Alfas, los Betas y los Omegas, estaban muy agradecidos que, nuevamente, salvarán al planeta Tierra. Pero ahora, se hallaban en una nueva misión: traer de vuelta a Tony Stark que se había quedado en aquel espacio. Todos se hallaban felices de que Tony siguiera con vida y estuviera sano y salvo, luego de que tuvo que ser transportado a por el Doctor Strange para evitar una catástrofe mayor.

El equipo dirigido por Falcon, Ant-Man, Stephen Strange y un conjunto de científicos de SHIELD, siempre supervisados por el mismo Stark desde el lugar en el que se encontraba, estaban a punto de abrir un portal para que el millonario volviera a su dimensión. Hubo una enorme explosión que sacudió las instalaciones del laboratorio y en el mismo complejo. Sin embargo, habían logrado su cometido: lograron rescatar a Tony Stark sin ningún contratiempo. El Capitán América fue el primero que se acercó para sostener a Tony una vez que atravesó el portal. Tenía miedo que algo más le pasará al héroe millonario.

-Vaya, creí que nunca saldría de ahí -fueron las palabras del castaño cuando piso el suelo del laboratorio.

-Tranquilo Stark. Fue un arduo trabajo del equipo-replicó Sam

-Sí, sí, sí -resopla -Vamos, lo que quiero es darme un baño, y una fiesta de celebración.

-Tony, no creo que sea lo más conveniente ahora -dijo el capitán rubio.

-Cap, en serio estoy bien. Sólo quiero entretenerme un rato ¡¿Tienes idea de lo que es estar ahí encerrado?!

-Créeme... Sé lo que se siente -replicó el contrario recordando que lo habían rescatado de su prisión de hielo.

El castaño quedó un momento en silencio -Sí, bueno... Lo que quiero es asearme, ¿está bien?

-Claro que sí, Tony -dijo Steve mientras seguía sosteniendo a Stark del brazo.

Salieron del laboratorio. Prosiguieron a caminar rumbo a la habitación del millonario cuando se toparon con dos agentes, una Omega y un Alfa. Una pelirroja de larga cabellera en un traje negro entallado que resaltaba todos sus atributos. El otro era un rubio cenizo con un atuendo negro con detalles púrpuras y unos característicos lentes con cristales morados.

-Vaya, vaya. Así que lograron sacarte de ese agujero, Stark -fue la voz del rubio.

- ¿Por qué no cierras el pico, halconcito? -refunfuñó Tony al escucharlo. No es que no le agradará, pero justo en ese momento no quería escuchar sus comentarios sarcásticos ni mucho menos su voz.

-Descuida Stark, yo me encargo de este tonto. Me alegra que ya estés de vuelta -dijo la agente Romanoff para aligerar la tensión.

-Gracias Natasha. Ya veo que le has dado una paliza al polluelo ése -señala a Barton con la cabeza.

- ¿Qué? ¡Nat nunca me ha dado una paliza en mi vida, Stark!

-Lo que digas, Barton -rueda los ojos.

-Bueno, debemos continuar nuestro camino -dijo Steve.

-Es cierto. Quiero descansar un rato y luego tendremos una fiesta a lo grande.

La pelirroja lo miró y sonríe. -Está bien. Descansa todo lo que quieras. Nos veremos en tu fiesta.

- ¡Genial, fiesta! -agregó el rubio cenizo.

Ambos agentes se dirigieron a la sala de estar, mientras el resto del equipo seguía analizando los resultados obtenidos con el portal y el rescate de Stark. En otro sitio, Steve ayudaba a Tony a llegar a su habitación.