Volcano [ Minsung OS ]

Volcano of love.

Jisung y Minho se conocieron en una pequeña librería en un rincón de la ciudad, justo cuando la vida parecía ir en su contra.

Jisung, con el corazón cargado de cicatrices por el dolor y la traición, se refugiaba en libros antiguos que contaban historias de heroísmo y amor eterno, imaginando entre suspiros soñadores que algún día él podría ser el protagonista de alguna de ellas, siendo parte de una historia de amor épica.
Minho, por otro lado, era un artista cuya pasión por la pintura solo podía compararse con la intensidad de su propio sufrimiento.

Una tarde, mientras el sol se escondía tras el horizonte, sus caminos se cruzaron. Jisung, buscando un libro sobre la resiliencia, tropezó con una pintura enmarcada de un volcán en erupción. La inscripción ponía:

“Amor a una temperatura que derrite cuando lo tocas

- Lee Minho”.

Algo en aquella imagen resonó con él: el volcán, aunque peligroso y destructivo, emanaba una belleza indescriptible.

Jisung se perdió en las pinceladas, en los colores. En el significado detrás de la obra.

A una distancia prudente de él, Minho notó la fascinación en los ojos de Jisung y se acercó para conversar.

—Parece que te ha impactado — dijo Minho, sonriendo con cierta timidez. —No quiero parecer egocéntrico, pero a mi parecer, esta es una de mis mejores obras, y una de mis favoritas también.

Jisung asintió, aún absorto en la imagen.

—Es increíble. Captura tanto poder y belleza... ¿Cómo lo hiciste?

Minho se encogió de hombros, su mirada fija en el cuadro.

—A veces, el dolor, el amor y la belleza van de la mano. Como el volcán. Es destructivo, pero también crea algo nuevo. Me gusta pensar que en cada cosa, por peligrosa que parezca, se encuentra oculto algo hermoso.

Jisung sonrió al escucharlo. Reflexionando sobre sus palabras.

—Tienes razón.

Ambos chicos se sonrieron, y decidieron recorrer la librería caminando juntos. Hablando de otros cuadros que allí se encontraban, de los libros favoritos de Jisung, de sus vidas. Sin darse cuenta que las horas pasaban, y ninguno daba el paso para despedirse.

Ese primer encuentro había creado una colisión entre Minho y Jisung. Notando que poco a poco, sin siquiera darse cuenta, buscarían volverse a ver en el mismo lugar. Como si un hilo rojo los hubiera unido, y ya no pudieran separarse.

(...)

Pronto, sus encuentros se volvieron frecuentes. En una de sus conversaciones el menor soltó lo que venía pensando hacía ya tiempo, desde que había visto aquél cuadro.

—Nunca pensé que podría encontrar a alguien que entendiera cómo el dolor puede ser tan... tan profundo e inspirador.

Minho lo miró con una intensidad que hizo que Jisung se sintiera expuesto. Haciendo que sus mejillas adquirieran un leve color carmesí.

—Creo que ambos hemos aprendido a vivir con el fuego dentro. Pero a veces, ese fuego puede ser una luz guía. — mencionó el mayor, tomando la mano de Jisung de manera inconsciente, jugueteando con sus dedos.

Jisung se encontraba cada vez más atraído por el carácter intenso y apasionado de Minho. Le hacía todo el sentido del mundo que hubiera elegido ser artista. Aunque estaba seguro de que en cualquier cosa que se dispusiera a hacer aquello sería un punto a favor.