❝🕷️︴𝘢𝘭𝘤𝘰𝘩𝘰𝘭 ❞

‑ˋˏ • 알콜 • ˎˊ‑

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el reloj corría y hacía tik tak, desesperando al pelilila con cada segundo que pasaba. quería huir de esa habitación, la idea de beber hasta embriagarse comenzaba a agobiarlo, ¿en qué estaba pensando? ni siquiera necesitaba mucho alcohol en su organismo para estar ebrio.
las latas estaban a su alrededor, no eran muchas, pero la visión doble del pelilila debido al alcohol lo confundía. había perdido la cuenta, tanto de latas de cerveza, como de botellas de vino y champán. prácticamente había vaciado la reserva de su padre y sabía que se iba a odiar al amanecer. no era mucho comparado con lo que quería beber.
en momentos como ese, lo último en lo que pensaba era en su hígado. sólo quería llorar hasta que sus ojos se quedaran secos y su cabeza quisiera estallar de dolor ── y que el dolor en su pecho desapareciera ──.

su estómago estaba revuelto y las nauseas no tardaron en atacarlo. pero le dio igual, tomó una nueva lata y la vació en su boca. la tomó sin respirar, intentando no sentir el asqueroso olor. también hizo lo posible para que el líquido no pasara tan cerca de su lengua. odiaba el alcohol. así como también odiaba a geon hak. así como también odiaba a hwanwoong. así como se odiaba a si mismo.

¿en qué momento pensó que el pelinegro podía llegar a sentir algo por él? ¿por qué lo pensó? ¿para qué tuvo que ilusionarse con ello? ¿y por qué no notó lo mucho que su amigo quería a hwanwoong? cuando aún con medio litro de alcohol encima se le hacía tan obvio. las miradas que se daban, lo mucho que se abrazaban, el contacto físico aparentemente innecesario, los besos en las comisuras, las sonrisas cargadas de ternura. todo, absolutamente todo. geon hak siempre perteneció a hwanwoong. ¿cómo pudo pensar lo contrario?

su mente estaba hecha un desastre. quería llorar pero simplemente no podía. no quería ser egoísta con el pelinegro, no quería llorar de tristeza al ver feliz a su mejor amigo. él debía estar feliz por él. pero no era tan sencillo cuando su corazón palpitaba constantemente, anhelando a geon hak. el poder tocar sus labios con los suyos, el poder acariciar su cabello, poder rodearlo entre sus brazos y decirle que lo amaba. ¿era mucho pedir?

miró su celular, ese celular viejo y algo roto que no había cambiado. no necesitaba uno nuevo, sólo lo usaba para hablar con el pelinegro, pero ahora este tenía a alguien más con quien hablar.
se había negado a volver a hablar con él, al menos hasta que su tristeza se disipara un poco. así que unos días atrás había borrado su número. utilizó la tonta excusa de tener problemas en su familia para ir a vivir temporalmente en la casa de sus padres, dejando a geon hak solo en el apartamento que compartían. la única forma de que el dolor no fuera tan real, era alejándose de él.
su número ya no estaba, ¿pero que más daba? si se lo sabía de memoria.

marcó número por número, con mucha lentitud y paciencia, tal vez intentando entrar en razón. pero cuando marcó el último número aún tenía la idea de llamarlo dentro de su mente. y no colgó cuando el celular contrario comenzó a timbrar avisando la llamada. lo más probable es que no contestara. eran las tres de la mañana y en unas horas debía regresar a la universidad. colgó. no había mucho que pudiera decirle. llamó una vez más para escuchar la voz de geon hak en la contestadora. lo que no esperaba era que su amigo contestara esa vez con su voz adormilada y ronca. sus ojos se abrieron al escucharla ─── aunque ni siquiera recordaba haberlos cerrado ───. soltó un suspiro, ahogando sus sollozos en la garganta.

───── dongju, ¿qué pasa? ───── mordió su labio inferior. ¿por qué le dolía tanto escuchar su voz?

───── geon . . . ───── un pequeño sollozo escapó de sus labios y se sintió tan mierda cuando las lágrimas amenazaron con salir de sus ojos, estaba tan roto que ni siquiera podía hablar. lo amaba demasiado.