Estábamos en una plaza viendo el horizonte.
Y me puse a pensar ¿será que esto es para siempre o solo seré una de su lista?
Las dudas me consumían la cabeza y no sabía que decir o que pensar.
- Ya está haciendo frio ______ que tal si nos vamos al hotel-
- Si vamos- dije poniéndome de pie, de pronto Sebastian cogió mi mano y la entrelazo con la suya.
No podía soportar lo que estaba sucediendo. Entonces una duda más surgió en mi cabeza ¿Qué significo yo para Sebastian?
Esa duda me abrumo aún más durante todo el camino.
Entramos en el hotel y nos dirigimos hacia la habitación. Pase por la gran puerta y me senté en el borde de la cama junto a Purfuruberto y Sebastian.
- ¿Qué sucede?-pregunto Sebastian angustiado.
- ¿Qué significo yo para ti Sebastian?- las palabras fluyeron sin permiso de mi boca
- No entiendo- dijo claramente confundido.
- Como te explico...soy un juego o un pasatiempo o tu víctima, no lo sé-
- Solo tengo una teoría- pronuncio las palabras cuidadosamente con una sonrisa en sus labios - solo sé que no te quiero perder, que eres lo más importante para mí y eres totalmente mía y no solo lo digo por tu alma... sino porque te metiste dentro y no te pienso dejar ir- vi seriedad y sinceridad en su rostro y eso me bastaba - ahora me toca a mí ¿Qué significo para ti _____?- su rostro mostraba seriedad tenía una expresión inmutable.
- Te soy sincera, no lo sé...lo único que sé es que me haces sentir cosas que no sentía por nadie...- Sebastian me puso su largo dedo índice en mi boca.
- Para mi es suficiente y esta vez no me voy controlar-
PARTE CALENTURRONA
Se quitó la camisa blanca que tenía y beso suavemente mi cuello, luego paso hasta mi mejilla y beso mis labios con pasión desenfrenada.
Acariciaba su fuerte espalda y besaba su cuello provocando roncos gemidos por parte de Sebastian.
Me quito la blusa, dejándome solo en sostén.
- Dios- dijo Sebastian mientras hundía su cabeza en mi cuello.
- Q-que sucede- pregunte nerviosa
- Que eres bien sexy- me puse nerviosa con solo que dijera eso.
Se limitó a sonreír y me bajo mis jeans con bastante facilidad. Luego bajo los de él y quedo solo en unos sensuales boxers. No pude evitar pensar que el miembro de Sebastian era DEMASIADO GRANDE, tenía miedo de que no entrara y me fracturase algo, pero estaba segura de lo que estaba a punto de hacer, así que rece por mi alma.
Sus pectorales se tensaban con cada caricia que daba y con cada movimiento que hacía.
Todo él era perfecto.
Bajo mis bragas y luego se quitó los de él.
Suavemente se posó entre mis piernas.
- Lista hermosa-
- Lista-
Entro suavemente y el dolor era insoportable (se supone que era virgen).
- No quiero lastimarte-
- Hazlo Sebastian- dije suavemente
Entrelazo nuestras manos para darme la fuerza para soportar el dolor.
Entro suavemente y una lágrima se deslizo por mi mejilla, Sebastian el lamio y el simple roce hizo que por mi espalda recorriera una corriente.
Cada vez entraba y salía más rápido.
El hotel estaba inundado de sonoros gemidos por parte mía y Sebastian.
- Ya casi- dije en un hilo de voz
- Hagámoslo juntos- agarro mi mano y me beso en mis labios apasionadamente hasta que llegamos juntos al clímax.
- Ahora me perteneces- dijo con una mirada realmente seductora
- Igual que tú a mí-
- Sí, soy todo tuyo-
Dormimos toda la noche abrazados el uno con el otro.