Así que, en vez de deslizar sus manos para explorar otras partes de Matteo que no fueran su torso, las usó para empujarlo con cuidado y dar así por terminado el beso.
—Soy una chica de ciudad, ¿Recuerdas? —le dijo ella casi sin aliento.
Matteo suspiró con fuerza.
—Parece que son mi debilidad.
Pero no intentó besarla de nuevo. Apartó los brazos y se dejó caer sobre la barandilla, mirándola con intensidad. Entre el calor que había provocado el beso y la vista de Matteo frente a ella, Luna supo que tenía que hacer algo más que dar por finalizado el beso o acabaría de nuevo entre sus brazos.
—Será mejor que me vaya —anunció.
Matteo se quedó callado y no respondió, siguió estudiándola con la mirada. Después de un rato, asintió ligeramente con la cabeza. Eso le dio las fuerzas que necesitaba para levantarse.
—Quería darte las gracias de nuevo por ayudarme esta noche en el restaurante —le dijo con suavidad mientras ella abría la puerta del apartamento.
—No hay de qué —repuso entrando en su piso sin mirar atrás.
Cerró la puerta tras ella. Cuanto más se separaba de él más claro tenía que no quería estar lejos de Matteo, que prefería darse la vuelta y correr de nuevo a sus brazos. Sabía que una mirada más, otra palabra más, bastarían para quebrar su voluntad.
El ensayo de la boda que celebraron el viernes por la tarde salió muy bien. Después, todos juntos fueron al restaurante. Matteo había cerrado el local para toda la noche y las esposas de otros policías, compañeros de Gastón se habían presentado voluntarias para preparar la cena tipo bufé.
Luna, Matteo, Nina y Gastón fueron los primeros en llegar después del ensayo y se sorprendieron gratamente al ver que todo el comedor había sido decorado con multitud de flores. En cada mesa y en la barra, además, habían colocado velas. Eso le daba una iluminación suave y romántica a todo el lugar. Nina no pudo contener las lágrimas al verlo.
—¡Nina! Pero si está precioso —le dijo Luna para consolarla.
—Ya lo sé —repuso ella llorando aún más fuerte.
Los dos hombres la miraban sin saber qué hacer.
Entonces comenzaron a entrar otras personas. Nina no dejó de llorar, pero, presa del pánico, se agarró al brazo de Luna.—Llévame a tu apartamento antes de que me vean llorando —le dijo.
—Muy bien, vamos.
Las dos mujeres fueron rápidamente a la cocina, pero fue un error táctico porque las señoras que habían decorado el salón estaban allí preparándose para sacar la comida. Luna pensó rápido y se colocó entre ellas y su amiga.
—Se le ha metido algo en el ojo y tengo que ayudarla a sacárselo —explicó mientras salían al callejón.
Luna se imaginaba por qué Nina se había puesto de repente tan sensible, pero no le comentó nada hasta que no subieron a su apartamento y su amiga se tranquilizó un poco. Le llevó un vaso de agua para que se calmara.
—Ya sé que uno de los mayores obstáculos que has tenido con Gastón ha sido la preocupación porque, temías que la gente de este sitio no llegara a aceptarte. Pero todas esas flores y velas me hacen pensar que están muy contentos contigo, ¿No te parece?
Nina asintió y bebió algo de agua.
Había llegado a Northbridge buscando a su hermanastra y al hijo que Emma y Gastón habían tenido cuando ella se quedó embarazada en el instituto y se fugaron para casarse. Cuando descubrió que los dos, Emma y Lucas, habían muerto, se quedó para ayudar a Gastón a recuperarse de su tobillo roto y para cuidar de las gemelas. Fue entonces cuando descubrió cuánto querían en ese pueblo a Emma. A Nina le había preocupado mucho no estar a la altura de ella o que incluso la miraran con resentimiento por intentarlo y por acabar casándose con el marido de su difunta hermana.
—Las flores y las velas son como una señal que me dice que está bien que me case con Gastón —dijo Nina.
Luna abrazó a su amiga.
—Por supuesto que está bien esta boda —le aseguró—. Nadie puede mirarlos cuando estan juntos y pensar que no son buenos el uno para el otro. Todo el mundo tiene claro que le harás muy feliz.
—Lo que sé es que, de un tiempo a esta parte, he notado que ya han dejado de compararme con Emma. No oigo su nombre cada vez que hablo con alguien. Y nadie me dice que ella habría hecho eso así o de la otra manera. Me di cuenta de que había cambiado, pero no sabía si eso significaba algo porque todos han sido agradables conmigo desde el principio, pero no sabía si era por mí o porque soy la hermana de Emma.
—No creo que las mujeres que están trabajando ahí abajo se hubieran preocupado como lo han hecho si no lo estuvieran haciendo por ti, Nina, por cómo eres —le dijo Luna—. No lo han hecho por Emma ni por Gastón, saben que ni él ni cualquier otro hombre se daría cuenta de todo lo que han hecho para hacer de esta noche algo muy especial. Sé que lo han hecho por ti.
—Eso creo yo también —repuso Nina intentando contener las lágrimas—. Esto es horroroso —añadió riendo—. Es mi cena de ensayo y aquí estoy, lloriqueando como un bebé.
—No, no estás lloriqueando, simplemente te estoy sacando algo de un ojo —bromeó Luna.
Nina, que aún tenía su bolso con ella, se levantó y fue hasta el espejo del baño.
—Será mejor que arregle este desaguisado.
—Sí, está bastante mal. El rímel se ha corrido y pareces un mapache —dijo Luna riendo.
Ella también fue al baño para comprobar que su maquillaje estaba bien.
—¿Te he dicho cuánto me gusta el conjunto que llevas? —le dijo Nina.
Luna se miró. Lo había comprado especialmente para esa ocasión. Era una falda de punto azul marino que caía con gracia sobre sus curvas y un top a juego con finos tirantes.
—Además es muy cómodo —le comentó Luna.
Se había recogido el pelo a ambos lados de la cara con una peineta. El resto del cabello caía sobre sus hombros.
Nina terminó de arreglarse.
—¿Lista para bajar? ¿No más lágrimas?
—Eso espero, pero quédate a mi lado mientras le doy las gracias a las mujeres por lo que han hecho, puede que tu compañía me ayude a no llorar de nuevo mientras les digo lo mucho que las aprecio.
—Cuenta con ello.
Pero Luna no estaba segura de que su amiga fuese a poder hacerlo sin alterarse de nuevo.
—Este sitio es un lugar maravilloso —le dijo con la voz tomada por la emoción mientras salían—. Lo único que le falta es que tú no estás aquí.
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Regalo De Bodas › Lutteo {Adaptada]
FanficQuizá encontrara el amor de su vida en la boda de su mejor amiga... ❥ Fecha de publicación: 19.05.19 ❥ Fecha de finalización: 11.08.19 ❥ Editada: 10.04.22 ❥ Historia adaptada. ❥ Todos los derechos y créditos reservados a su autora original.