M E A T R A E S ( Finn Wolfhard y Tú)

Capítulo 1

— Cansancio —

Terminé de filmar el episodio de Stranger Things, realmente me siento agotado por todo... Aunque me divierto haciéndolo con mis mejores amigos, pero, de cierta forma, me estresa, sólo pido dormir y descansar. A veces mis días no son nada interesantes, he de admitir que espero que algo asombro suceda, y estoy seguro de que nunca pasará.

Últimamente Noah ha traído a una chica la cual desconozco el nombre. Y por supuesto que tengo oportunidad de preguntarle quién es, sería inoportuno de mi parte así que guardo silencio y desvío mi mirada a otra parte, la cual siempre se estampa a las escenas empalagosas que tiene Millie con el idiota de su novio Jacob. Se puede decir que incluso me siento solo rodeado de personas, pareciera que hablo de depresión; sino que hablo de cansancio.

Estar solo. No tener a nadie con quien hablar sobre algún tema de interés... Prácticamente estoy cansado de esperar todo lo que deseo que me ocurra en algún momento decisivo de mi vida.

Me recuesto en el sofá que está en mi camerino. Miro el techo por minutos, si por mi fuera, horas. Llevo mi antebrazo a reposar lo sobre mi frente. Alargo un suspiro. El aburrimiento se sede en mi cuerpo. Muchos me dicen que actúe sin pensar en lo que pasará, cosa que a eso le tengo miedo.

Cierro mis ojos, pienso en las miles de cosas que puedo hacer llegando a la casa.

— ¡Finn! —.

Me aturdio de susto. Abro los ojos. Es Gaten el que llama a la puerta.

— ¡¿Qué?! — respondo de la misma forma —.

— ¡Iremos a comer! ¡¿nos acompañas?! — suspiro, no tengo otra opción, porque tengo hambre y aparte no llevo conmigo dinero (ya que siempre el productor invita el almuerzo). Me levanto, tomo mi sudadera. Salgo y me encuentro con él —.

— Hola — digo sin tantos ánimos, porque incluso teniendo los ojos cerrados comienza a atraparme el sueño —.

— Bien, vámonos — asiento, él comienza a caminar. Y, algo... Por instinto... Veo en una banca a aquella chica, sus audífonos bluetooth puestos, su celular en el bolsillo de su chaqueta de cuero, su camisa de los Rolling Stones... Su short negro dejando al descubierto sus hermosas piernas, su cabello igual de corto que el de Millie, a comparación, a esta chica le queda mejor. Su expresión facial seria y de cansancio. Noah se posa frente a ella, le extiende la mano quien la rechaza y caminan juntos por el pasillo —.

Realmente estoy clavado con ella. Pero, no es nadie ¿verdad? Es más... Ni siquiera Noah nos lo ha querido decir, muchos de nosotros llegamos a cierto en que de seguro a de ser su novia, cosa que es imposible porque son totalmente polos opuestos.

— ¡Finn! ¿ya vienes? — vuelve a preguntar Gaten. Pareciera que me quedé en shock tan sólo ver a la misteriosa chica —.

— E-eh... S-Si, ya voy — musito, me acerco a su par y comenzamos a caminar —.

[ • • • ]

Llegamos a un buffet de comida rápida. Yo sin dudarlo me sirvo una rebanada de pizza, papas a la francesa y refresco. Mi siento en medio de Caleb y Sadie. A lo lejos, en otra mesa... Se encuentra ella con Noah y demás amigos, manteniendo sus audífonos en sus oídos, ignorando por completo la conversación que tiene el resto. Su semblante serio, frío... Encaja perfecto con cualquier ambiente. Es ahí que me dirige una mirada, la cual aparto en un instante y miro mi plato.

« Por favor, por favor... Que no se haya dado cuenta, que me deje de mirar, te lo suplico »

Me atrevo a mirar de nuevo, sigue en lo suyo, en su música y en su mundo con una mirada perdida (por supuesto ya no viéndome a mi). Suspiro en alivio y los presentes en mi mesa lo notan.

— ¿Está todo bien Finn? — cuestiona la pelirroja —.

— S-Si... Todo en orden — respondo y me llevo una papa a la boca —.

— Has estado actuando muy extraño estos últimos días — comenta Millie —.

— Estoy bien. Quizás es el estrés o el cansancio, es todo — trato de evitar cualquier pregunta y comentario —.

— ¿Seguro? — dice Gaten ahora —.

— Si, seguro — finalizo y cada quien vuelve a lo que estaba haciendo. Por instinto alzo la mirada, chocando con la suya. Mi piel se eriza, los nervios me contaminan y siento como me ruborizo o sonrojo. Sin duda aquella chica provoca algo en mi sin siquiera hacer nada —.

« ¿Por qué lo hace? ¿Por qué provoca que me sienta así? »

Seguramente es el cansancio.