El aburrimiento era constante y el silencio pesaba en el ambiente. Renjun, el pequeño, se sentía triste y decaído. Estaba acostumbrado a jugar y moverse, pero ahora las horas parecían eternas, llenas de una quietud que no lograba entender del todo. Sentado junto a su madre, miraba el suelo con los ojos entrecerrados.
-Necesitas vendarte el pie, o se te va a infectar -dijo Hyuck, quien ya tenía en la mano una venda y un poco de alcohol. Su voz era tranquila, pero firme, mostrando que no aceptaría un no por respuesta.
Mark se tensó cuando Hyuck se agachó a revisar la herida. Sentía el calor subirle al rostro, avergonzado de estar recibiendo ayuda, de ser una carga en medio de una situación en la que quería demostrar fuerza.
-No hace falta... yo puedo solo -murmuró, apartando la mirada, tratando de restarle importancia.
Hyuck lo miró un momento, evaluando la resistencia de Mark, pero en lugar de insistir o discutir, solo esbozó una pequeña sonrisa.
-Está bien, valiente -dijo con una ligera burla en la voz, aunque sin malicia-. Pero igual déjame ayudarte, ¿sí? Si esto se infecta, no podrás caminar bien, y nos haces falta.
Mark vaciló, mirando la venda y el alcohol. Finalmente asintió, cediendo al ofrecimiento. Hyuck se inclinó y comenzó a limpiar cuidadosamente la herida, su toque firme pero sorprendentemente gentil. Mientras lo hacía, Mark sintió una inesperada sensación de alivio, reconociendo que no tenía que hacerlo todo solo, al menos no esta vez.
Tenía que mantenerse fuerte, más por su madre y su pequeño hermano que por él mismo. Sabía que, si quería que ellos estuvieran a salvo, tenía que dejar de lado sus miedos y dudas. Pero la pregunta de Hyuck lo sacó de sus pensamientos.
-¿Por qué tan de repente quieres salir de aquí? -inquirió Hyuck, observándolo con seriedad mientras terminaba de vendar su pie-. No habías dicho que esperarías a tu padre.
Mark bajó la mirada, sintiendo el peso de aquella promesa. Quería esperar, quería aferrarse a la esperanza de que su padre regresaría por ellos. Pero cada minuto en aquel lugar sentía cómo el peligro se volvía más real, como si algo en el aire les recordara constantemente que el tiempo se acababa.
-No quiero dejarlo -respondió, su voz apenas un susurro-. Pero también tengo que pensar en mi mamá y en Renjun. No puedo arriesgarlos... no puedo arriesgarme a perderlos también.
Hyuck lo miró en silencio, comprendiendo la difícil decisión que Mark estaba tratando de tomar. No era fácil renunciar a alguien que amabas, pero Mark parecía estar dispuesto a hacer lo necesario por proteger a los que aún estaban con él.
Hyuck vertió un poco más de alcohol sobre la herida de Mark, sacándolo abruptamente de sus pensamientos. Mark soltó un grito ahogado y se quejó, resoplando para intentar calmar el ardor que se extendía en su pie.
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INVASION -© [MARKHYUCK]
Fiksi PenggemarCuando una invasión de infectados convierte a los humanos en monstruos devoradores de carne, Mark y su familia intentan encontrar refugio y respuestas. Con su padre desaparecido y las amenazas acechando en cada rincón, Mark carga con la responsabili...