El tiempo pasó sin darme cuenta.
Recorriendo el pasillo lo más rápido posible al destino se encuentra este corazón que con el tiempo necesario se atreve a intentar en el amor una vez más...
El chico de las pecas que espera en la segunda mesa está perdido con la mirada fija en la pulsera multicolor, tocando el dije suspira una vez más. Aún la recuerda, su relación anterior, pero también decidió darse una oportunidad. Así es como dos personas con el corazón ocupado por alguien más, fuerzan las cosas a ser.
Recién llegando él no levanta la mirada hasta dejar el bolso y tomar asiento frente a él, su sonrisa no me transmite nada, simplemente está ahí.
Su cara se transforma a una pensatica y dice que regresa en 5 minutos, espero su regreso para ordenar. Terminando el último sorbo de café de pronto sus pecas se mueven de aquí para allá. Ha perdido el dije.
Sale apresurado en busca de ese preciado recuerdo, le miro caminar desde el otro lado de la ventana. Las chicas de alado murmuran intentando buscar la razón del porqué su novia o compañera no le ayuda
¿porqué no le interesa?
¿porqué no me interesa?
Esto es un error, él busca insistentemente ese dije que representa el amor que aún no olvida... La indiferencia es otra muestra del error. Aún te recuerdo. ¿dónde estás?
Tomando el bolso, con una mentalidad más clara salgo de la cafetería. Él ha encontrado el dije y recuerda su cita, sé que lo comprende, lo veo en sus ojos. Esto no ha funcionado. Me permito darle mi mejor sonrisa, lo hemos comprendido.
No es nuestro momento.