[ s e c r e t ]

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La noche es fría en París. Todo a su alrededor esta en completa tranquilidad hasta que algo la rompe. Es tan molesto tener que despertar por esto, ya es la tercera noche que nuestro chico debe de escapar de casa para ir a salvar su amada ciudad.

Todo parecía haber terminado, había sido purificado aquello que había sido corrompido. Ya no habría amenazas por esta noche.

—Hey, Chat te estoy hablando ¿acaso no me escuchas?. —se puso frente a él su compañera y por quien daría la vida, la chica que amaba, o eso pensaba antes. —has estado muy distraído últimamente ¿todo esta bien?

El chico seguía con su mirada fija en el cielo estrellado, donde lo único que iluminaba los techos de las casas de París era la bella luna.

—Creo que no, My Lady. —se incorporo y suspiró, ni siquiera él entendía que era lo que pasaba en su ser.—Últimamente he estado pensando el alguien y eso no me tiene muy contento, sabes...

—Oh chat...—tocó su hombro y este la miró, la sonrisa que le brindo lo hizo sentir paz.—¿no crees que deberías decirle la verdad a esa persona?

—¿pero que tal si todo esto es una confusión?

—¿Que tal si no? Tu y yo solo somos compañeros, somos amigos y te diste cuenta de que yo no era la correcta.

Quedaron en silencio por unos momentos, seguía sosteniendo sus hombros. Acarició su mejilla cuando una lagrima la recorrió.
"My Lady, quisiera amarte a ti como lo hice antes, pero creo que estoy por ceder".

—Has lo que creas correcto Chat. —beso su frente, el sonido que emitió su amuleto indicaba que le quedaba poco tiempo, lo miro una ultima vez.—Nos vemos...

Y así, la chica comenzó a saltar por los techos de los edificios y desapareció de la vista del joven enamorado que solo pudo contener su llanto.

—Hacer lo correcto...—su vista fue a una peculiar casa que se encontraba por ahí.—Eso hare, My Lady.

Sin importarle el poco tiempo que le quedaba fue hacia esa casa, quedo frente a la ventana que daba a la habitación de la persona que vagaba en su mente. dudo un poco en que hacer. Estaba tan desesperado y necesitaba una respuesta de que es lo que en verdad sentía. La ventana estaba ligeramente abierta pero ni loco entraría ahí así. Toco la ventana un par de veces, no obtuvo respuesta. Suspiró y se dispuso a irse.
Fue entonces que recordó aquel día donde lo conoció, recordó el barco donde por primera vez toco con amigos. No lo pensó mas y emprendió camino.

Con mucho cuidado empezó a inspeccionar el lugar, desde afuera logro escuchar algo que hizo su corazón acelerarse. De pronto se transformó, fue tan descuidado que no recordó el poco tiempo que le quedaba. Salió de aquel lugar, por suerte nadie estaba cerca, nadie se había percatado de su presencia ahí.

—Que idiota soy...—susurro para si mismo.
Se quedo un buen rato viendo el exterior de aquel barco. Se armo de valor pues tenia que aclarar sus sentimientos ahora mismo. Tomo su celular y llamo a uno de los primeros contactos en su lista.—¿ehh Luka? Oh estas ahí...¿podemos hablar? —escuchaba lo que decía el otro chico del otro lado. —Bueno en realidad estoy fuera del barco de tu madre.

Colgó la llamada y después de un rato el chico a quien había llamado salió.

—Hey, Adrien.—lo saludo. Con una sonrisa tan bella y sincera.—¿Esta todo bien?

El rubio negó con la cabeza y entonces Luka entendió. Ambos pasaron al interior del barco donde se encontraba practicando anteriormente el moreno.

—Lamento molestarte tan tarde, Luka. Pero quería hablar con alguien sobre esto. —Luka lo invito a sentarse junto a él. Este obedeció, miraba como tomaba la guitarra y se ponía en una posición cómoda como si fuese a tocarla. Estaba en lo correcto.

•S e c r e t•  [Lukadrien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora