Conversando con amigos un sentimiento comenzó a surgir de mi mar de pensamientos.
Se sentía extraño, era cálido y frío, tan grande como pequeño, agradable e inquietante.
El sentimiento crecía con el paso del tiempo, con eventos importantes, con cada pequeño detalle. Al ayudarnos mutuamente, al vivir experiencias juntos, al reír y llorar en compañía unos de los otros.
Aún reflexiono, no comprendo su causa y razón. Muchos critican estas palabras, muchos se quedan solo en sentir, pero yo quiero más, mucho más.
Surgen nuevos motivos, un deseo de protección mutua, unas ganas de pasar mas tiempo en compañía, un anhelo de no perder al otro. Noto muchas más sonrisas a mi alrededor, veo como los demás comparten mi alegría, vislumbro como nuestra felicidad se contagia a los demás.
Aún no lo entiendo, ¿Por qué siento esto? - Porque es biológicamente funcional-
¿De que me sirve sentir esto? -Para mantener la especie y transferir tu carga genética, claro-
¿Está bien que deba sentir todo esto? -Por supuesto, sino no serías humano
Me hago y respondo todas estas preguntas mientras, en el fondo, en lo más profundo de mi razonamiento, una pregunta se escucha en voz baja: Esto dolerá, ¿No es así?
Descubrí la causa de mi reflexión, y con ello, la respuesta a mis preguntas. Tengo miedo a sufrir, tengo miedo a depender, temo perder aquello que amo y por ello me niego a depender.
Ese temor tan latente en lo más profundo de mi ser era la causa de mi intenso razonamiento , no quería saber por qué sentía, quería dejar de sentir para evitar el sufrimiento.
Ahora, me dejo llevar por mis sentimientos. Se siente tan bien, tan cálido, tan honesto. Mis temores se diluyen en los amables brazos de mi corazón, mis mayores dudas desaparecen ante la mirada de un apasionado idealista, y mis sentimientos afloran en la compañía de todos aquellos que me valoran y aprecian.
He logrado comprenderlo todo, y me siento lleno y libre. El amor consume tanto como reanima, es la causa primigenia de la creación y del fin, llena tanto como vacía y todos los anhelan como le temen.
Desde el amor pasional de los jóvenes hasta el amor de compañía de los ancianos, el amor nos motiva desde el inicio de nuestros tiempos, y sin el, el mundo se sumiría en una guerra sin fin de odio y envidia.
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