Aiden sonreía de lado luego de comprobar con sus propios ojos lo que había anhelado y esperado desde el mismo instante en que descubrió al culpable de la desdicha completa de Diana, de la propia y de Oliver. El carruaje se acercaba por el camino polvoriento levantando una nube de polvillo por detrás que lo cubría dando a la imagen el aspecto deseado, el que anhelaba ver, a Marshall enterrado dos metros bajo tierra. Unos leves golpes en la puerta lo hicieron volver en si, y apretó el cigarro contra el cenicero mientras permitía el paso.
—Adelante.
Harry asomó su rostro con una sonrisa en los labios.
—¿Es quien yo pienso? —Sonrió mientras asentía y Harry lanzó una carcajada que resonó en la habitación. —Genial amigo mío, ya todo se va encaminando.
—Falta tan poco que me cuesta estar tranquilo, es como si temiera que algo saliera mal...
—El ya está jugado... no importa el resto.
—Claro que me importa. Tiene que venir a mí... a mí —dijo con firmeza mientras volvía a ponerse de pie y se acercaba a la ventana para corroborar que continuaba acercándose, disfrutando de la adrenalina y la emoción que le generaba.
Elena leía con Oliver sentados en la mesa junto a la ventana, levantó la mirada al notar algo diferente y allí distinguió el carruaje y los caballos. Apretó el ceño y sus ojos mientras se ponía de pie y tomaba su bastón.
—Oliver aguarda aquí, voy hablar con tu padre...
Emprendió la caminata hasta el estudio y mientras hacía los últimos pasos en el corredor que terminaba en la hermosa puerta labrada, las risas alegres de Harry asaltaron sus oídos haciéndola sonreír al mismo tiempo que movía su cabeza de lado a lado.
—Aiden Foster, dirá el cartel —y lanzaba una carcajada al aire...
—No, no... —replicó, dirá como debe decir: Oliver Foster.
—Tienes razón... es mejor...
—No solo es mejor, es lo que debe ser. Es su hijo, y el le ha creado el dolor más grande, pues ahora que se lo trague.
Aún estaba de pie junto a la puerta mientras oía todo aquello, revuelta y enredada en palabras que no entendía, pero finalmente golpeó y apenas entornó la puerta, Aiden sonrió y se acercó a ella.
—Aiden, estaba con Oliver y he visto el carruaje de mi padre acercándose por el camino... —Tomó su mano con dulzura y acarició su mejilla.
—No te preocupes... tal vez vienen de visita.
—Sí... supongo... ¿podrías acompañarme a recibirlos? —Aiden sonrió ante su petición mientras Harry salía de la habitación.
—Claro que sí... —Susurró mientras la acercaba a él y la estrechaba entre sus brazos. —No hace falta que me lo pidas, claro que estaré contigo siempre, te lo aseguro. —Elena sonrió embelesada por sus maneras y el besó sus labios dulcemente, tomó su cintura y caminaron fuera de la habitación hacia la sala.
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Corazón en Penumbras
Historical FictionN°1 en Ranking Romance Noviembre 2019 N°1 en Ranking Novela Histórica Febrero 2020 Gracias a todos! Esta dentro de contenido adulto porque tiene algunas imágenes de violencia, no con contenido sexual explícito. COMPLETA ¿Que es el matrimonio para...