One Shots {Larry Stylinson}

21- Destino. Parte 2.

A petición de Valen_Useche

El sol se escurría entre las ventanas del cuarto, alumbrando un nuevo día.

La pareja que se encontraba bajo la sábanas durmiendo plácidamente, se despertaron, mirando a su acompañante de inmediato. Se dedicaron una hermosa sonrisa, y un beso de buenos días.

-Buenos días bebé -susurro el mayor- ¿Cómo amaneciste?

El menor que se encontraba con Louis sobre su pecho, respondió:

-Amor, siempre que duermo contigo duermo como un osito -decía mientras acariciaba la espalda desnuda de su esposo.-

-Bueno Harold, es hora de levantarnos -dijo el ojiazul- Hay que llevar a Ros a la escuela.

El menor hizo un hermoso puchero en descontento, sintió como su esposo se levantaba para dirigirse al baño y darse una ducha, antes de que este entrara lo detuvo.

-¿Bebé?

-Dime amor -respondió tiernamente el mayor-

-Cada vez que me quedo dormido contigo sobre mi pecho, y en la mañana te levanta siento un vacío aquí -se señaló el pecho mostrando aquel lugar donde iba su corazón-

-Amor eres tan tierno -Louis se devolvió a darle un beso a su esposo- Entre un ratito vuelvo.

Harry se levantó para ir a despertar a su hermosa hija, iba caminando hacia el cuarto de Ros, cuando escucha un murmullo proveniente de la habitación.

Caminando lentamente se acercó al cuarto de su hija y se asomó un poco, encontrándose con la niña hablando por teléfono.

"No creo que mis papis me dejen" -decía la niña algo triste-

"Está bien hare lo que pueda Tony" -volvió a decir para colgar la llamada-

-¿Quién es Tony? -pregunto Harry mientras se adentraba a la habitación-.

-Un amigo -la niña se escabullo de entre las sabanas para ir a abrazar a su papa- Papi ¿me dejarías ir a la casa de el a jugar? -dijo tiernamente-

-Pero bebé ¿Quién es él? -no quería negarle el placer a Ros de que jugara con sus amigos, pero él no conocía a los padres y podría ser peligroso-

-¿Ya no te acuerdas? -soltó un resonada- Es el niño que me salvo, el que tiene dos papas igual que yo -explico breve la niña-

A Harry se le prendió la chispa de una vez, ahora entendía, se trataban de Zayn y Liam, y obvio que ellos no eran malos, Louis y el habían dejado el tema de lado, pero ahora era una excelente oportunidad para encontrarse de nuevos con sus queridos amigos.

-Está bien bebe -dijo Harry feliz- iras a jugar con él, tu papa Lou y yo te llevaremos.

Todos ya se encontraban listos, en el piso de abajo, irían a llevar a la niña a su escuela. Se montaron en el auto, Harry de piloto, Louis de copiloto, y Ros en el puesto de atrás.

-Lou -susurro Harry para que su hija no lo escuchara-

-Dime bebé.

-Ros quiere ir a jugar con Tony el hijo de Liam y Zayn -dijo bajito-

El mayor ahora entendía porque su esposo hablaba tan pasito, quería que su hija no escuchara nada.

-Le dije que tú y yo la llevaríamos, ya sabes un reencuentro -continuo en voz baja el menor-

-Hazz me parece una excelente idea, iremos a llevarla.

El resto del camino era en silencio, llegaron a la escuela y dejaron a su hija, mientras cada uno se dirigía a sus respectivos trabajos.

La pareja se encontraban con la niña en la puerta de la casa de sus viejos ex compañeros de banda. Tocaron el timbre una, dos.

-Ya voy -se escuchó decir desde adentro-

La puerta se abrió revelando a la pareja agarradas de manos, junto a su hijo Tony en un lado.

-¡Ros! -exclamó el niño feliz-

Ambos niños se abrazaron felices de poder jugar juntos.

-Vayan arriba a jugar -dijo Liam-

Los dos niños salieron corriendo escaleras arriba a jugar. Mientras que los cuatro hombres se encontraban la puerta mirándose unos a otros, sin poder creer lo que sus ojos veían.

-Chicos -susurraron a coro Harry y Louis-

No hicieron faltas más palabras, se dieron un apretado abrazado, demostrando los contento que estaban unos con otros, porque habían pasado muchos años de que se habían separado pero ya no más, ahora estarían juntos, ahora que se encontraron no se iban a separar, solo faltaba el hombre rubio que se encontraba en camino, para un reunión de amigos, una donde compartirían y contarían todo lo que había pasado en tantos años.

Ahora se encontraban los cinco riendo y hablando menudamente, felices de estar unos con otros de nuevo, mientras sus hijos jugaban arriba.

-Gracias por salvarme de nuevo hoy Tony -susurro con las mejillas coloradas la niña-

-Esos bobos no saben lo que dicen -dijo acercándose cada vez más a Ros-

-Lo sé, pero igual gracias por no dejar que me roba-robadan el jugo -continuo Ros con la mirada en el suelo- Eres mi héroe -susurro bajito-

-Siempre estaré hay para protegerte -respondió el niño- Eres una princesa y a las princesas se les protege -dijo plantando un suave beso en la mejilla de Ros-

Porque el que sean pequeños y de corta edad, no significa que no puedan sentir atracción el uno al otro.