Candyguard

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El Bloque E estaba completamente en calma aquel caluroso día. Coffey lloraba, Delacroix jugaba con Cascabel y Wharton dormitaba en el camastro. Paul había tomado un día de descanso, y Bruto estaba encargado del bloque ese día. Pero a Percy le daba igual. Podía mandarse solo.

Luego de casi dos horas de que no pasara nada interesante ahí, Wharton, desde su celda, llamó a Percy. Rara vez hacia eso, pero al parecer hoy era la excepción.

Percy se aproximó hacia la celda, manteniendo una distancia prudente. No dijo nada.

-Vaya, el jefe más guapo de todos. ¿No quieres venir a pasar un rato divertido aquí conmigo?- musitó Wharton con una voz extraña y de algún modo, seductora.

-¿Qué tramas, Willy? -le preguntó Wetmore mientras se acercaba un poco más.

No parecía muy interesado en lo que fuera que quisiera decir Wharton con eso de "un rato divertido", pero estaba de buen humor, así que podía permitirle unos momentos de su tiempo.

-Billy el Niño. -el joven criminal bajó la voz y rápidamente estiró los brazos, sujetando al guardia por la camisa del uniforme. -Tramaba decirte que estás jodidamente bueno y que te quiere follar.

Percy se puso nervioso y le quito las manos de encima. No quería pasar otra vez por lo mismo, ya lo había asustado hace poco y no era una experiencia por la quisiera pasar una segunda vez.

-Bueno... yo no quiero. -habló nervioso el guardia.

El muchacho soltó una carcajada burlona que resonó por todo el pasillo. Miró a Percy sin borrar aquella sonrisa estúpida de su rostro, mientras sus ojos azul claro brillaban con aire divertido.

-Vaya, ¿Te asusté? Sólo era un juego. Jamás arrancaría un sólo pelo de tu cabecita.

Al verlo reir con tal entusiasmo, Percy retrocedió y se arregló el cabello, sin quitarle el ojo a Wharton por si hacía algo.

-Vale... -entonces a paso lento se fue a recargar en la celda de enfrente.

Wharton se quedó con los brazos rodeando los barrotes, observando a Percy en silencio. Le gustaba. Era demasiado...dulce. Y a William le gustaban las cosas dulces.

Se acomodó el cabello hacia atrás, intentando imitar al guardia de manera juguetona.

Percy se quedo viendo hacia la celda de seguridad y cuando regresó la mirada al "niño Willy", que en su mente así lo llamaba, él le estaba imitando de una manera rara. Le parecio algo estúpido, pero de alguna forma tierno. Soltó una risita sin mirarlo y luego le quito la mirada de encima.

-¿De qué te ríes?- sacó la lengua de forma infantil y volvió a carcajearse. Cerró la boca y analizó al otro. No lo había mirado antes con tanta atención, pero le gustaba hacerlo. Era pequeño, delgado y sí, guapo.

-¿Mmh? -dijo volteando a mirarlo -Me pareces divertido.

-Y tú me pareces guapo. ¿Soltero, verdad? Aw. -reprimió una risa y puso la expresión más seria que pudo.
Su mirada se posó en los ojos ajenos. Eran brillantes y muy bonitos. Sonrió levemente.

La cara del carcelero se tornó de un color rojo y al darse cuenta de eso, hizo lo posible por esconder aquel extraño sonrojo que se había hecho presente. No creía que lo que había dicho contara como cumplido o coqueteo. No entendía por qué le sucedía eso, era una sensación indescriptiblemente incómoda que hizo que sus nervios aumentaran.

Wharton sonrió con una extraña satisfacción. Pudo notar el sonrojo en el rostro del otro.

-¿Ya te dije que eres muy dulce y adorable? -murmuró, utilizando de nuevo esa voz seductora y baja.

Percy ya se estaba sonrojando aún más y no entendía por qué, se quito un poco las manos de su rostro y sintio el sudor en él.

-Basta... -masculló debilemente.

-Oblígame. -gruñó el prisionero, sonriendo burlonamente. -¿Hace calor, no? Deberías quitarte esa chaqueta...y...oh, ese cinturón se ve apretado. ¿Qué tal si lo aflojas un poquito?

-¡Basta...! -dijo en tono de enfado al tiempo en que desenfundaba su porra. Sus ojos brillaban como si tuviera lágrimas y lo miró a los ojos. Se sentía débil.

-Ah, vamos. ¿No sabes aceptar un simple coqueteo?- parpadeó lentamente y se quedó mirando los ojos del otro con atención y retrocedió. -No llores. No es para tanto. ¿Llorarás o te mearás de nuevo en los pantalones?

El contrario lo miró con cierta tristeza y enojo, no quería recordar ese momento. No quería oirlo. Con frustación en su mirar se acercó a la celda.

-Bastardo...

Estirando los brazos con velocidad, William jaló al guardia hacia él. En sus ojos había seriedad, pero no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa.

-Sí, un bastardo...lo que quieras.

Percy, quien ya se encontraba bastante nervioso y asustado, se enrojeció de la nada. El acercarse tanto a aquel criminal podría haber afectado. A aquel criminal... guapo criminal, debía admitir, pero no lo haría. No, no en voz alta.

El carcelero intentó safarse de su agarre, pero sin éxito, era muy fuerte. Willy era muy fuerte, y musculoso además. Era bastante joven, pero tenía una buena figura. Y en ese momento Percy empezó a cuestionarse el por qué de aquellos pensamientos, le era raro, pero no los detenía.

William intentó sacar la cabeza de entre los barrotes, acercando más la cara a la de Percy hasta el punto de poder respirar su aliento. El carcelero olía a loción. Sonrió y empezó a acercarse un poco más.

La cara del guardia volvió a tornarse de un rojo escarlata. Pudo haberse alejado de Willy, pero no lo hizo. No lo hizo y desconocía el por qué. Sin embargo sentía una sutil atracción a él.

El prisionero acercó los labios a los del contrario con suavidad. Pensaba que se apartaría de golpe y después se marcharía, sin embargo, no lo hizo, y eso le alegró. Sentía el aliento caliente de Percy en el rostro, e intentó contenerse.

Ya estaban muy cerca sus labios, tanto que cada uno podía sentir la respiración del otro. La de Percy era un poco más rapida.

Wharton por fin se aventuró a juntar completamente sus labios con los ajenos en un delicado beso. Sentía la respiración agitada del guardia, pero no esperaba que se calmara pronto.

Percy todavía seguía algo agitado, pero se calmó poco a poco, correspondiendo dulcemente.

Él rodeó el cuello del otro joven con los brazos, dando un beso todavía más apasionado. Sonrió levemente y mordió el labio ajeno sin borrar aquella sonrisa.

El de uniforme no pudo evitar dejar escapar un débil gemido, pues le había dolido.

William dejó de morderlo al oír el gemido, y lentamente empezó a apartarse, sonriendo tontamente.

Percy también se aportó y lo miró de forma exaltada. Seguía en su rostro ese rojizo que era imposible de ignorar. Le dedicó esa linda sonrisa que Wharton amaba, además.

...

-Entonces... ¿me bese con él...? Vaya -decía Percy para sí mismo mientras conducía a casa -. No me lo creo... -pero lo hacia, y le gustaba hacerlo. -¿Será que... me gusta...? -y con el mismo sonrojo llegó a su departamento y se quedó mirando al techo, acostado en su cama.

¡Hola! Esperamos que les haya gustado. Por si quieren saber, el shipp es "Wharcy" (Wharton x Percy) de la Milla Verde.

Siguiente parte con dessu_f
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[CANCELADA] Shipps That Exist in Our Minds (One-shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora