Un hombre

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           La autopista está repleta me veo sumergido en el irritante tráfico, las bocinas retumban a la par de las encantadoras risas de Jade y Khadija, muevo el retrovisor para poder mirarlas mejor, avanzamos lentamente, me quedo pasmado viéndolas. El tiempo ha pasado por encima de mi sin siquiera yo darme cuenta, mi hija ya no es aquella criatura frágil a la que había que alimentar y proteger, es una niña grande, que pronto podrá usar todos los velos bordados de oro que le he comprado, es la princesa de mi corazón.

A su lado hay otro ser aun más hermoso, su madre, mi futura esposa, Jade, ella tiene algo especial que hace que hasta el hombre más fuerte empeñe su alma al diablo por su amor, parece exagerado e irreal, pero lo que expreso tiene cierto grado de verosimilidad. Sino me creen mírenme soy un marroquí-musulmán, criado en una de las culturas mas machistas y patriarcales del mundo y he perdonado cosas que ni un hombre liberal y occidental perdonaría. Si las nombrara pasaríamos mucho tiempo, primero el tiempo que requeriría hacer esa larga lista, luego el tiempo que tomaría decirlas más las que seguramente no escribí y se me olvidaron que posteriormente tendría que decir con dolor y tedio.

Jade se percata de mi obvia mirada, me sonríe acomodándose el velo color amarillo que tiene puesto de repente sin motivo alguno me sorprende una increíble sensación de pesadez y vacio, como si mi existencia no fuese más que un desafortunado acontecimiento, no puedo quitar la vista del camino, los autos transitan con normalidad. Pero dejo de escuchar, sentir, estoy concentrado en el camino...Es como si fuese el camino de mi vida, lo estoy pisando, maltratando, desperdiciando.

-¿Ocurre algo?-pregunta Jade con curiosidad.

-No, no pasa nada, simplemente estaba pensando-miento sonriendo de lado, ella asiente nada satisfecha con mi respuesta, no replica, yo no hablo y me vicio de nuevo en el camino.

-¿Qué ocurre? ¿Por qué te sientes asi?-pienso mientras veo los verdes arboles de abril.

-Porque de nuevo te estás mintiendo a ti mismo, porque sabes que esta doble vida de dos mujeres te ha dejado de gustar, ya sabes que Rania es una mujer atenta, cariñosa, tímida, dulce como un caramelo, comprensiva, tiene un cuerpo bellísimo y en la cama es sabrosa como una gallina de campo, pero no es Jade y nunca lo será-pienso.

-Yo no la amo-susurro, me acabo de percatar porque me imagine una situación en la cual ella moría, luego de ese pensamiento, me vi con tristeza llegando a mi hogar y ver a Jade criando a Munir y a Khadija, luego me imagine el mismo contexto con Jade, sentí miedo y fui incapaz de imaginarme algo. Porque es tan simple como que si Rania falta yo puedo seguir mi vida, pero si le pasa algo a Jade ¿Qué es de mí? ¿Cómo sigo? Mi mera existencia pasa ser a ser un hueco en un portal negro vulgarmente puesto en el tiempo.

-Pero tú mismo eres el causante de todo este enrollo, tu, si es cierto que hay muchos factores que influyeron pero solo tu tomaste las decisiones, pusiste los instintos al servicio de la inteligencia en vez de poner la inteligencia al servicio de los instintos. Ahora pagas las consecuencias, te vez amarrado en las dudas que produce el radical cambio de Jade, en la evidente lastima y peculiar gusto que tienes hacia Rania. Pero lo más impactante es que los que pagan los platos rotos, son tus hijos, Khadija y Munir. Soy un hombre tal vez no sea perfecto, nadie lo es para ser sinceros, no soy tan justo, tengo demasiado defectos, pero tengo coraje, tengo dos hijos de dos madres distintas que necesitan de su madre-pienso suspirando.

En algún punto del viaje Jade y Khadija se quedaron dormidas sigo conduciendo con normalidad, recordando a mi madre quien renuncio a su vida por no poder soportar el dolor de perder a mi padre, por mucho tiempo la juzgue. No estuvo en los momentos más importantes, por mero egoísmo propio, pero cuando apago el auto y veo la forma tan placida en la que Jade duerme siento que mi corazón se va de mi cuerpo, todo mi amor se dirige a ella, mi respiración, mi corazón se sincronizan con los suyos, siento que de alguna manera me fusionó con ella, como dije hace años mi corazón se mezclo con ella como el café con la leche. Ya no se pueden separar.

Mas allá de la opresión del velo-(Jade y Said) (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora