Te observaba.
Te observaba mientras lo pensabas.
Parecías estar tenso.
Pero no te retractabas.
Era una vista hermosa.
Tu eras parte de ella.
Ya tus pensamientos se habían perdido en la
violenta marea.
Te volteaste.
Tu mirada triste y perdida.
Pero aún así llevabas una tenue sonrisa.
Extendiste tus brazos, decidiste hacerlo.
Lágrimas recorren mi rostro, aún siendo un recuerdo.
Tu triste alma fue perdida en el mar.
No estás aquí, pero jamás te dejaré de amar.
