I. - Nuevo Comienzo (EDITADO)

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Keith

¿Qué se supone que debo de hacer al perder a la persona con la que pensé que pasaría toda mi vida? No lo sé.

James Griffin llegó a mi vida como un dolor en el culo. Lo conocí cuando tenía ocho años y se la vivió haciendo todo lo posible porque odiara la escuela primaria, pero resulta que solo era su manera de llamar mi atención.

A los trece años me desperté como omega aunque mi padre ya lo suponía, pero él no pudo ayudarme a entender que me pasaba, murió por un accidente de auto. En ese momento James también despertó como alfa y después de que logró calmarse no se separó de mi lado.

Cuando cumplimos quince años me dijo que estaba profundamente enamorado de mi y la verdad yo también había caído ante sus extraños encantos. En ese momento no sabíamos que seguiríamos juntos por bastantes años.

Cumplí veintiséis años y James murió de una enfermedad terminal, casi no tuvimos tiempo de decir adiós. Todo fue muy rápido.

Ya son tres meses desde su muerte.

Íbamos a casarnos ahorita para poder disfrutar del cachorro que espero y no tener más problemas. Mis padres siempre quisieron que nos casáramos desde que comenzamos a vivir juntos pero nosotros quisimos esperar un poco a que nuestras vidas se acomodaran. De cierto modo, me alegro de que no nos hayamos casado porque si James me hubiera marcado en este momento ya estaría agonizando y lo más probable es que hubiera muerto.

Mis padres me acompañaron el primer mes, pero yo necesitaba estar solo. Mamá se casó hace unos años con mi padrastro, la verdad él ha sido un excelente padre, algo estricto pero con buenas intenciones. Mis hermanos me han apoyado mucho. Hace una semana decidí dar el paso en mi proceso de sanar. Hoy llegó a casa de mi hermano mayor Takeshi tiene treinta y dos años al igual que su esposo, aunque todos le decimos Shiro, a excepción de Adam, mi cuñado.

*

Keith miró la pequeña, pero acogedora, casa frente a él. Era completamente blanca con algunos detalles en color madre, el jardín de enfrente estaba bien cuidado y te daba la sensación de tranquilidad. Desde que su hermano se había casado no lo había visitado así que esta era la primera vez que estaría en su casa.

La puerta se abrió y de ella salió Shiro, al ver a su hermano corrió y tomó sus maletas, claro que antes lo abrazó con fuerza y con cuidado. Desde que era niño junto con sus otros hermanos, aprendieron que debían de tener un poquito más de cuidado con Keith, ya que era omega, el único de la familia.

— Vas a matar al cachorro, Takeshi. — Adam se acercó hasta ellos y le sonrió al menor.

— Hola, Shiro. — sonrió levemente — Hola, Adam.

Los tres entraron a la casa, los mayores le enseñaron cada rincón de ella aunque pararon en el segundo piso donde le enseñaron su habitación al ahora otro omega de la casa. La habitación era bastante amplia, sus paredes eran de un leve tono púrpura pero bastante claro y discreto, había un escritorio junto con un librero, lo que hizo que Keith sonriera con ternura fue la cuna de caoba al lado de su cama, era hermosa. También sonrió al ver un marco con la foto de su familia junto con él y James en uno de sus cumpleaños.

— Muchas gracias, no tenían que hacer tanto.

— No fue nada, espero que te guste. Si quieres cambiar algo o poner algo más eres libre de hacerlo. — le dijo Shiro mientras revolvía el cabello del menor.

— Es perfecta.

*

Los mayores sonrieron con ternura al ver como el omega disfrutaba de la comida.

— ¿Has estado trabajando? — le preguntó Shiro mientras le servía más agua de tamarindo a su hermano.

— No. La verdad no tengo mucha inspiración para mis pinturas así que he pausado eso, pensaba conseguir un trabajo tranquilo para no esforzare mucho. Después de que el cachorro nazca me gustaría poner un taller o un lugar de tatuajes, todavía no lo tengo claro. — comentó el menor mientras pensaba por un momento. Agradecía que lo dejaran quedarse en su casa, pero quería ser capaz de ayudar con los gastos, tenía un poco de dinero guardado y lo que le había dejado James, con eso había estado viviendo esos meses.

— Creo que podemos conocer el lugar perfecto donde puedes trabajar. Además, es el lugar de unos antiguos estudiantes míos y somo amigos. Creo que Takeshi y yo nos quedaremos más tranquilos si sabemos que estás con personas que pueden cuidarte. — le dijo Adam retirando el plato del menor.

— ¡Es verdad! Es una cafetería y podrían arreglarte turnos donde no tengas que estar parado por mucho tiempo. Si quieres mañana podemos ir a verla y te presentamos a estos chicos, tienen maso menos tu edad. — le dijo Shiro con emoción. Se sentía más tranquilo así.

— Estaría bien. Gracias.

*

Shiro y Adam corrieron en la mañana al baño de Keith donde se lo encontraron frente a la taza del escusado dejando salir toda su cena. El omega tomó el cabello del menor y lo recogió en una pequeña coleta, mientras que Shiro le daba suaves palmadas en círculos sobre su espada.

Una vez que terminó de vaciar su estómago se lavó los dientes con ayuda de los mayores y después se dio una ducha, esa fue con ayuda de Adam, que prácticamente corrió a Shiro de la habitación.

— Voy a comprarte algunas galletas saldas, me dijeron que podría funcionar con las náuseas. — le dijo Adam mientras secaba el cabello del otro.

— Eso sería de mucha ayuda. Gracias.

— Para eso estoy. — se arrodillo frente al joven — Nosotros queremos ayudarte con todo lo que podamos. Sé que no quieres compasión o lástima, pero no te tenemos eso, solo queremos consentirte porque te amamos y somos familia. — se levantó y le sonrió.

— Lo sé. 

CachorroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora