La travesía a Gefroren

Prólogo: Aguarrás

Frío, salado, la sensación de los huesos calando la carne en sus extremidades mientras la piel busca cobijo, las linternas colgadas en las velas se notan por mínimos instantes mientras, una a una se apagan gracias a las fuertes corrientes de viento escarchado, con la fuerza que aún le queda Demian intenta manejar el timón que, sin importar esfuerzos sigue el iracundo impulso primitivo del mar.

Cae un estruendo cerca, el cual le causa sordera y confusion, incapaz de nada suelta el timón, Demian simplemente cae tres metros a la cubierta por un violento movimiento en el navío.

Después de unos momentos su mente empieza a aclararse, sus ojos aún borrosos muestran la fiereza del océano impactando aquel navio, pero su cuerpo no puede moverse, un dolor punzante le impide levantar, sus oídos amenizan, escucha gritos, muchos, reconoce a muchos de esos gritos, aún así, con su cuerpo agotado, nota algo más entre la eufórica sinfonía de caos, nota un leve canto.

Sus ojos se cierran lentamente, su cuerpo permanece inerte mientras la madera en cubierta se parte por la violencia del mar, otro relámpago cae, está vez acierta al barco reventando en mil pedazos el mástil principal, antes de cerrar los ojos, un fino rostro lo mira entre el fuego y brisa de la tormenta.

Una dulce voz le llama
-Despierta-...

Confundido y mareado, abre Demian sus ojos lentamente con la voz que aclama por el - está despertando, traigan comida, despierte señor Greeds, ha pas... -.

la voz se detiene, cuando Demian intenta violentamente levantarse de la cama, una acción que lo hace sollozar, y le traería dolor en todas las heridas, ya vendadas y tratadas que tapizaban su cuerpo.

-señor Greeds, tranquilícese, está bien- dice la enfermera a su costado intentando calmarlo con voz y tacto -está bien ahora -, el cuerpo de Demian aún se nota exaltado, confuso y exhausto, Demian logra relajar su respirar para mirar a la enfermera.

- donde estoy? - dice con una voz aún ronca y cansada, mientras se recarga lentamente en su nicho.

- el sanatorio general de New Antur, usted tiene mucha suerte, el barco en el que estaba náufrago, y hace dos días un grupo de pe...- no puede terminar la oración al ser detenida por Demian.

- que le pasó al barco? - replicó con un tono molesto mirando de manera fría a la dama.

- señor, solo descanse, un hombre de Puerto Esmeralda vino a verlo anoche, se le enviará una carta para que el le cuente todo lo sucedido, por ahora espere, mi compañera le traerá algo que comer.-

- no se trata de mi padre, verdad? - dice, moviendo la vista a un costado.

- si necesita alguna cosa, estaré para servirle señor Greeds. - dice la enfermera mientras inicia su andar, abriendo y cerrando a su paso una gruesa puerta de roble.

Demian solo se recuesta de costado, mirando por la ventana abierta la cálida vista del atardecer que le permite admirar New Antur, recuerda aquella cara que se encontró en medio de su miseria, un rostro que, sin detalles claros tenía un par de vellos ojos color plata y unos labios color escarlata, su cabeza empieza a doler y un estornudo lo regresa de su estado límbico.

(Mi padre, estaba en el barco...)

Cierra los ojos, esperando que esto sea un sueño más.