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Mi mañana resulto ser lo más extraña e incómoda hasta cierto punto. 

Al terminar de arreglarme me dirigí al comedor donde me encontré a algunos de los chicos. No hablamos mucho. Blaise se caía del sueño y Sofía mantenía su vista en su novela. 

Jacqueline se acercó para entregarnos nuestros horarios e informarnos que este día debíamos dirigirnos al ala de enfermería apenas termináramos de desayunar.

— ¿Para qué nos citan ahí? —pregunto Aurora bostezando.

—Tal vez nos den una clase de primeros auxilios —comento Sofía encogiéndose de hombros con desinterés.

A las nueve en punto todos los de cuarto de la casa Slytherin nos encontrábamos en la puerta de la enfermería esperando pacientemente a que nos atendieran. Aunque no éramos los únicos citados porque los Ravenclaw no tardaron en hacer acto de presencia.

La enfermera Pomfrey salió de la enfermería con una amplia sonrisa.

—Bienvenidos, si son tan amables de seguirme.

La enfermera nos guio a un pasillo a lado de la enfermería e hizo que nos metiéramos a una sala espaciosa con sofas cómodos y una máquina de proyección. Dentro se encontraba la profesora McGonagall y una señora desconocida, pero que juzgar por su vestimenta era del ministerio.

—Los chicos por aquí —habló la voz del profesor Snape señalando otra puerta dentro de ese aula. Había una ventana, por lo que pude ver que era una espacio igual a este.

—Pónganse cómodos, vengan —El profesor Flitwick dijo con una sonrisa tensa.

Creo que voy entendiendo a que viene todo el asunto.

—La charla —comprendió Daphne cuando nos sentamos en un sofa junto a Pansy. Sofía y Aurora, junto a Millicent, se sentaron detrás de nosotras. Las chicas Ravenclaw se distribuyeron en los otros sillones. 

—Si —dije viendo como la enfermera, profesora y funcionaria hablaban en voz baja.

Paso alrededor de dos minutos en silencio cuando la profesora McGonagall se aclaró la garganta y nos pidió que prestáramos atención. Madame Pomfrey tomó la palabra y explicó el por qué nos encontrábamos ahí y efectivamente era para tener la charla.

—Están en la etapa de sus vidas en las que comienzan a tener nuevos cambios y el desarrollo en sus cuerpos se hace más evidente —decía—. Normalmente estas charlas las damos a los alumnos de quinto, pero creo que es favorable que todos sepan desde una edad consciente sobre sí mismos y su cuerpo. La señora Tabitha nos hablara sobre lo que es la educación sexual.

La mujer morena y de aspecto extrajera dio un paso al frente con una sonrisa.

— La adolescencia es una etapa de descubrimiento de identidad y la sexualidad. La educación sexual es un tema tabú que no muchos tutores están dispuestos a hablar con sus hijos porque gran parte de las personas tienen un mal concepto y hacen que surjan interpretaciones erróneas sobre la sexualidad.

» Hablar del sexo es también parte importante sobre este descubrimiento, no tiene que ser malo o incomodo, es algo completamente normal y natural que a esta edad uno empiece a sentir curiosidad sobre las relaciones sexuales. En esta etapa en particular la mayoría de los adolescentes comienzan a tener deseos sexuales que satisfacen con el autoerotismo.

— ¿Qué es el autoerotismo? —pregunto Aurora confusa.

—La exploración de nuestros cuerpos —dijo—. Es conocida también como la masturbación.

Heda Malfoy: La heredera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora