En el instituto privado de Seúl hay una pequeña tradición, en donde los estudiantes expresan su más profundo deseo en una carta, y la dejan anónimamente en el "casillero de los deseos", ¿Quién necesita una fuente hoy en día con tanta tecnología avanzada?
—Ahg, odio este día, todos tan ingenuos creyendo que su deseo se cumplirá, estoy seguro que cada deseo cumplido son fajos de billetes bien gordos gastados—. La voz gruñona del chico pálido llega oídos de su mejor amigo, quien se ríe.
—Deberías intentar escribir tu deseo—. El chico llamado Hoseok, palmea el hombro de su amigo.
—Deberías intentar escribir tu deseo—. El chico llamado Hoseok, palmea el hombro de su amigo.
—No soy tan ridículo —. Una mueca aparece en su rostro.
—Vamos, Yoongi, ¿Qué pasaría si se cumple? ¡Sería grandioso! —. Exclama zarandeandolo por los hombros.
—Mejor ve tú a escribir tu deseo—. Rueda sus ojos fastidiado.
—Ohhh, por favor, Yoongi, hazlo por mi—. El castaño abulta sus labios en un tierno puchero.
—No me vas a convencer y... —. Pero sus palabras se estancan cuando por la entrada del instituto entra aquel chico de cabellos rosas, de una manera tímida y de bajo perfil, pero aún con esa actitud, acapara más de una mirada.
—¡Aahh! ¿Ves? Puedes desear que tu crush te ame—. Habla de una manera casi ciniestra para Yoongi.
—¡¿Qué?! ¡Claro que no! ¡Él ni siquiera es mi crush! —. Exclama tan fuerte que muchos estudiantes se giran hacia él, incluído ese pequeño joven, quien enseguida tiene sus mejillas rojas.
Es tan perfecto ante los ojos del pelinegro, y es que lo es, con sus ojitos, con su boquita, con esa pequeña sonrisa que siempre regala a los demás, con esa delicadeza, con esa bondad, con ese gran corazón ¡con todo él! Él es único y el primero que diga lo contrario se las verá con Min Yoongi.
—¿Y dices que no es tu crush? Mira como te lo quedas mirando—. Hace burla Hoseok.
—Cállate—. Da un pequeño golpe en la cabeza de su amigo.
—Piensa sobre tu deseo, tienes hasta que se acaben las horas de clases—. Dice el castaño después de que el timbre suene por todos los pasillos.
Yoongi suspira frustrado, su amigo no parará hasta que haga lo que quiere ¡y no señor! El gran Min Yoongi no se rebajará a hacer semejante ridiculez. Sostiene sus cosas y se dirige a la clase que le toca.
Y para mal o para bien, su primera clase es Música, la clase en donde conoció a ese angelito llamado Park Jimin.
Cuando llega al salón todos están menos la maestra, se dirige a su asiento dispuesto a esperar tranquilamente, pero no puede evitar bufar cuando observa a sus compañeros escribir en una hoja.
—Ese casillero se abrirá a la última hora—. Escucha chillar a una peliroja y rueda sus ojos ante ello.
Empieza a dibujar formas extrañas en su cuaderno aburrido, y cuando lleva su mirada hacia un costado observa a su amor platónico sonreír de una manera especial mientras escribe en una hoja color pastel ¿es en serio? ¿él también hace esa cosa? Yoongi se le queda viendo anonadado admirando cada gesto del pelirosa.
—¡A ver, jóvenes! Dejen de hacer eso y presten atención que no voy a explicar dos veces... —. Y ahí acaba el ensueño del chico pálido.
Las clases pasan normales, para Yoongi claro, por que para los demás fue desesperante. Cuando tocó el timbre de salida todos salieron como manada hacia aquel casillero, el cual ya estaba abierto. De a poco los estudiantes guardan su carta allí, y Yoongi los mira como si fuesen bichos raros.
—¿Y? ¿Ya escribiste tu carta? —. Hoseok aparece por detrás asustandolo.
—Idiota, no vuelvas a hacer eso. Y no, no lo hice, ni lo voy a hacer—. Resopla cruzado de brazos.
—¿Ni aunque Jimin la haya hecho? —. Pregunta burlesco.
Yoongi aprecia como ese hermoso chico es el último en acercarse al casillero.
Hoseok extiende una hoja y un bolígrafo incitándolo, Yoongi gruñe y quita ambas cosas a su amigo, apoya la hoja en la pared y escribe en ella rápidamente.
Se acerca a pasos apresurados hasta el casillero y voltea a Jimin de golpe, éste se exalta y lo mira confundido.
—Ten—. Dice firmemente dándole la hoja ya doblada.
—¿E-eh? El casillero es-stá a-ahí... —. Balbucea.
—Ese casillero no puede cumplir ni un maldito deseo, mucho menos el mío, pero tú quizá si, espero que algún día lo cumplas—. Suelta y segundos después gira para a irse.
Jimin queda idiotizado por aquel repentino acto ¿Qué? ¿Min Yoongi pidiéndole cumplirle un deseo? ¿Qué mundo mágico es este? Con las manos temblorosas el chico desdobla la hoja y se queda sin palabras.
Ámame, Park Jimin.
El pelirosa siente su respirar detenerse, sus mejillas se colorean quemándose, rápidamente abre el casillero y de él con dificultad logra sacar su carta de entre tantas allí dentro aunque claro muchas caen, llamando la atención de los alumnos que aún no se fueron cosa que no le importa en estos momentos. Corre hacia el mayor y lo detiene por uno de sus brazos.
—Entonces cumple el mío también—. Habla con la voz agitada extendiendo el pequeño sobre color pastel.
Yoongi ladea su cabeza confundido, y algunos de los presentes observan expectantes aquello, muchos de los que conocen a Jimin saben muy bien que al pelirosa le encanta Min Yoongi, ¡está embobado por él desde tercero! Incluso rogaban al cielo que el pelinegro se diera cuenta para que Jimin dejase de sufrir por su indiferencia.
El mayor entreabre su boca intentando saber qué sucede, con un torbellino de sentimientos en su interior abre la carta y sin demostrar su ansiedad desdobla la hoja que saca segundos después.
Querido casillero, es algo ridículo esto pero... ¡En serio deseo que Min Yoongi note mi presencia! Es último año ya, y creí que solo era una atracción pasajera al principio, pero ahora estoy seguro que lo amo con todo mi ser, algo muy psicótico, lo sé, pero lo amo, lo amo. Deseo que él también me ame.
Pd: ¡Ya ámame estúpido Min Yoongi!
Todos fruncen su rostro cuando Yoongi empieza a reír fuerte, Hoseok sonríe en grande al ver a su amigo en ese estado, Jimin abulta sus labios muy abochornado creyendo que el mayor se burla de él.
Sin previo aviso Yoongi apresa el pequeño cuerpo del pelirosa con sus brazos muy firmemente pero también muy cálido, roza su nariz con el sedoso cabello del menor y cierra sus ojos disfrutando todo.
El pelinegro aleja Jimin tomándolo de sus brazos para finalmente besarlo mientras sostenía sus manos y entrelazaba sus dedos
—Gracias por cumplir mi deseo Park Jimin—
Jimin comprende enseguida y una pequeña sonrisa hace presencia en su acalorado rostro sintiendo húmedos sus ojos.
Fin...
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El Casillero
RomanceUn casillero será capaz de cumplir deseos? De hacer que alguien te ame?