YAH IMMA

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Saesang. adj.

Dícese de la persona que acosa a otra. Termino coreano, usado en el kpop.

Esta palabra es la causante de mis males.

Algunos me llamaban así, bueno, no algunos, muchos, millones de personas, que ni siquiera conocía. Yo no tengo la culpa de ser llamado así, que haya tomado una que otra foto, que haya hablado con ellos, que haya ido en los mismos vuelos, no me hace un saesang, no, solo es una coincidencia.

Y si, esas coincidencias, también son causas de mis males.

Si alguna vez en mi vida, antes de mudarme a Corea, me hubieses pedido que la describa con una palabra, esta sería SUERTE.

Tenia una suerte divina, por todos los cielos, hasta ahora creo que conservo un poco de esa suerte.

Tengo un pen house en uno de los lugares residenciales de Seoul. Un Mercedes benz muy elegante de lunas polarizadas. Ropa de marcas reconocidas. Trajes hechos a medida de el fino algodón peruano. Zapatos de marcas muy reconocidas. Lentes de medida y de sol de marcas italianas. Joyería de lugares impresionantes. Almuerzos de lujo en lugares que ni juntando toda tu vida podrías pagar. Viajes en primera clase, siempre.

Y si, a pesar de todo eso, tambien tengo males.

No te voy a mentir, no te diré que vengo de una familia muy rica y de alta alcurnia, porque no, no nací con el pan bajo el brazo.

Mi familia en California, solo tenían una pequeña tienda de productos para camping, playa y pesca. Si eras un niño de ocho años, era el paraíso, y lo fue, para alguien como mi hermano, que le gustaba la aventura. Para mi, aunque estaba muy orgulloso de esa tienda, era algo de lo que no le ponía interés.

Mi familia materna le gustaba todo eso, pero creo que mi paterna me llamaba más la atención. Mi abuelo era coleccionista, con una pequeña tienda de eso por allá en los noventas, solo que como a todo, la crisis le alcanzo y quebró.

Pero ahí estaba yo, amando las antigüedades de mi abuelo.

Desde ahí comenzó mi amor por el arte y la restauración.

Así que a penas terminé mi secundaria, entre a la escuela de artes.

Después de eso y con papel en mano, comencé a trabajar en un museo. Era muy bueno en lo que hacía. Según todos el acabado era muy bonito, y no dejaba ni marcas, parecía el original.

Ahí es donde comenzó mi imperio monetario.

Me mandaban de un lado a otro, ganando así mucho dinero.

Decidí invertirlo primero en algo con mis padres, hacer crecer su tienda, poniendo otras cosas más, casi como un mini mall, y al parecer dio frutos. Ahora hasta exportaban y tenían una buena casa cerca a la playa.

De ahí fui llamado a Corea, ahí es donde comenzó mis males.

Primero compré el pent house, después de la ostentosa paga que me dio la agencia por aceptar el contrato con ellos.

Punto número uno, nunca compres un pent house en el vecindario de unos idols. Desde ese punto estás visto mal, hasta que se aclare todo.

Luego fui de viaje a HongKong, tenía que comprar unos cuadros para la agencia. Punto número dos, no tomes el mismo vuelo que los idols, y menos en primera clase como ellos.

Y así comenzaron esas coincidencias, el mismo hotel, el mismo restaurante, la misma camiseta, el mismo juego de equipaje. Malditas coincidencias.

Aunque era uno de los mejores restauradores de el mundo, por decirlo así, era anónimo. No me gustaba estar en el ojo público.

Pero desde que las fans de estos idols (que para mi mala suerte eran los más conocidos de el momento) me tildaron de SAESANG mi foto con una mascarilla negra esta en todos los medios sociales.

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-Si, ya estoy en el aereopuerto-hablaba a el CEO de la compañía.

-ok, ya reservé tu viaje, solo le dices a la recepcionista de la línea que siempre tomas.

-Mhm.

Pase hacia dentro de el aeropuerto. Vi que había bastante movimiento, bueno era normal, fiestas patrias.

Fui hasta la chica y le dije mi nombre y le pase mi documento, ella selló el pasaporte y he hizo el checking. Todo normal, hasta que subí hacia el segundo piso, busqué algo de beber y luego me dispuse a ir a migraciones.

Cuando estaba dirigiendome a la cola los gritos comenzaron y...

-Oh no- susurre.

Un grupo de chicos con gorras y tapabocas se acercaban, idols.

Deje que ellos pasaran primero y de ahí prosegui a ir a la fila, cuando algo me detuvo.

Baje la mirada y ahí había una chica.

-Oe, ya para con esto, se que te gustan y todo pero no puedes estar acosandolos-hablo la chica y otra se puso a su lado.

-Claro, se que Jimin es hermoso y puede que el te guste, pero basta, ya siempre los sigues, ¿No te cansas?.

-Nose de que estas hablando- le hable pasivamente.

-Ahora te haces el desentendido- puso sus manos a la cintura, estaba molesta. Se volteó a verme pero antes que yo le devolviera la mirada, sentí un fuerte dolor en la nariz, ella me había golpeado y botado los lentes.

Tome mi nariz sangrante y me incline a ver mis lentes, estaban rotos.

-TU PEQUEÑA MOCOSA DE EL DEMONIO- le grité, estaba enfadado, está vez se habían sobrepasado- ¿ahora tu me los vas a pagar?, sabes que esto cuesta más que todos tus propinas juntadas.

-Ahora eres un niño de papi- hablo otra en tono de burla.

-Tu no sabes quién soy yo- le apunto.

-¿Entonces quien eres?- hablo de brazos cruzados.

-Yo soy...

-Vuelo 1872 con destino a París, es la última llamada de abordaje- hablaron por el altavoz. Mi vuelo se iba, tenía que abordar.

Así que tomé todas mis cosas y decidí partir.

-Soy Joshua Hong, un reconocido restaurador anonimamente, de 28 años, no un saesang- susurre pasando mi pasaporte a migraciones.

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Mocosa
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Holaaa me embarcó en esta nueva aventura de un fanfic.

Se que no muchos shippean Cheolsoo, pero a los que si, los amo!!

Saesang × cheolsooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora