H E D A
La heredera perdida.
Los Malfoy son una familia aristocrática y sangre pura que durante siglos fueron educados por estrictas reglas para conservar la pureza en su sangre.
Lynx Heda Malfoy no es la excepción, con la significativa diferenci...
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Mi espalda choca con el colchón en un ruido sordo. Formé una mueca, pero sin tiempo a reaccionar me moví desviando un ataque del moreno. Volví a tomar el So-jutso y me incorporé con rapidez bloqueando su estocada y ataque con velocidad, queriendo dar en sus puntos débiles.
Pero, claro, Adrien es un experto y yo una principiante.
—Solo necesitas practicar más —dijo, al derribarme.
—Por los siguientes cinco años —masculle jadeante, recordando que a él le tomo ese tiempo para ser un experto—. Creí que empezaríamos con el arco.
—Lo haremos la siguiente sesión —contesto pasándome una botella de agua—. Creí que sería algo refrescante empezar con un combate físico y ver si no habías olvidado nada.
—Imposible olvidar cada patada al trasero que tus hermanas me dieron —dije rodando los ojos.
Adrien ladeo una sonrisa. —Unos entrenamientos conmigo y en tu evaluación en enero, tú serás quién les patee el trasero.
—Por favor —Lo miré divertida—. Necesito recuperar mi dignidad.
Mis clases con Adrien eran bastante activas y dolorosas, pero nada comparado con Antoine. Creí que descubrir mi Don sería tan beneficioso como él me lo hizo saber, pero resulta que es un arma de doble filo que debía usar con extremo cuidado.
—Ten —dijo Antoine en nuestra última sesión.
Tomé el cuadernillo negro con extrañeza. —¿Y esto?
—Llevaras un control de tus sueños.
—¿Mis sueños?
—Jacqueline te dijo una vez que nuestros sueños muchas veces tienen significado, son cómo premoniciones. Los tuyos, sobre todo, son importantes. Así que lleva un control de lo que sueñas, no importa si no tiene relevancia o soñaste a tu hermano comiendo helado, tienes que anotarlo todo.
Hice una mueca. —Que pesado.
—Lo sé —Antoine sonrió divertido—. También anota tus visiones, a veces nuestro cerebro puede alterar nuestros recuerdos y volverlos difusos y hace que nos olvidemos de ello.
Recordé el curso pasado y las constantes pesadillas que me levantaron y cómo de pronto no podía recordar nada con claridad. Incluso los sueños que me atormentaron en vacaciones se volvieron imágenes imprecisas a las que no le encontraba mucho sentido.
Las clases avanzadas se volvieron pesadas debido a que este curso tomaría casi la mitad de los TIMOS y nos dejaban bastantes tareas que debía equilibrar con las otras clases y mis clases personales. Me sentía algo atareada y agotada.
El profesor Moody nos anunció que nos echaría la maldición Imperius por turnos, tanto para mostrarnos su poder cómo para saber si lo resistiríamos. No me hacía mucha gracia si era honesta, no lo quería indagando en mi cabeza obligándome a hacer cosas que no deseo frente a la clase entera.
