La primera despedida

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*2 semanas después*

Stan apretaba los botones en el control de consola con determinación, negándose a perder contra un novato como Kyle. Vaya infortunio ocurrió cuando el marcador se detuvo y declaró a un ganador.

The winner ir... Player 2”

—¿Eso significa que gané?

Stan llevaba días jugando, entrenando, presumiendo ser el mejor de todo South Park en ese juego, no era justo que un novato como Kyle le ganara en su primera partida si sólo apretaba los botones sin objetivo... Pero al menos, la victoria le había puesto finalmente una sonrisa.

—¿Otra partida? —Preguntó

—¿Por qué no?

Si eso lograba que Kyle sonriera más, entonces valía la pena dejarse vencer.

—Esta vez, trata de jugar bien, Stan. La estás dejando muy fácil.

Pero vaya que podía ser un presumido.

—Ya verás cómo juego.

El día anterior, Sharon le había comentado a Stan que la denuncia por desaparición de Kyle no existía. Por casi un mes, su familia no se había tomado la molestia de buscarlo.

En Stanley se sembró una enorme tristeza de saber que el pequeño y amable niño no era buscado por sus padres.

Que desgracia que Kyle escuchara la conversación. Él lloró, en la habitación de huéspedes donde dormía y Stan intentó de todo para que le dejara entrar. Entre comprarlo con comida y mentiras, fue el videojuego de peleas el que le hizo salir al final.

Tenía los ojos rojos e hinchados, su rostro se veía agotado y su voz ronca. Le dolía demasiado la situación, así que faltó a la escuela ese día, preparó golosinas y bebidas junto a su videojuego para que Kyle sonriera nuevamente. Fue difícil, pero Kyle sonreía como en un principio.

—¡Este juego apesta! —Declaró tras la quinta partida perdida —Mis controles están mal

—Debe ser eso...

Frustrado, le pasó el plato de gomitas agridulces que él tanto amaba, pero por primera vez desde que le comenzó a compartir, Kyle no tomó ninguna.

—¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?

—No, sólo... Recordaba. A pesar de que mi madre es demasiado protectora y que no sólo dar mucho cariño, no pensé que le importara poco para no buscarme...

Kyle se talló los ojos apretando los labios y Stan rápidamente le rodeó con sus brazos en un abrazo cálido.

—N-No pienses en eso ahora... —Trató de hablar —Apuesto a que sí les importas. Tal vez... No sepan que terminaste aquí.

—¿Tú crees?

—¡Sí! —Le sonrió abrazándolo con un brazo nada más —Mientras tu familia te busca, tienes un hogar aquí.

—¿De verdad?

—Por supuesto. Me tienes a mí como tú amigo y mi madre es muy cariñosa contigo... Sólo tienes que ignorar a Shelly y a mí padre.

Cuando el ánimo de Kyle volvió en sí, Stan preparó un nuevo videojuego para terminar de pasar el rato.

Kyle no entendía cómo es que el chico no le preguntaba de su nación, de su historia como cualquier otro le preguntaría. Entonces, Stan le respondió algo que le hizo verlo de otra manera.

—Mamá dice que no conocemos a las personas con las nos topamos por primera vez. Todos tenemos problemas y a veces, no queremos que nadie nos moleste con ello. Puedo ser un extraño para ti y no estás obligado a que me cuentes tu historia... Cuando te sientas listo, estaré feliz de oírla.

El príncipe perdido [Style]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora