I Need Some Sleep |Mark Tuan|

I Need Some Sleep

A Mark le costó mucho trabajo poder bajar del auto, estacionarlo ni se diga. Estaba cansado. Caminó con lentitud al edificio ignorando completamente la hora, no sabía si era temprano o si ya había perdido la clase, y sinceramente eso no le importaba.

Mantuvo su cansino paso hasta que un leve golpe en su espalda le hizo tambalearse hasta casi caer.

—¡Despierta compañero! ¡Ya es de día! Saluda al radiante sol de la mañana —exclamó su amigo peliblanco con alegría, Mark lo miró con enojo y luego lo ignoró continuando su camino—. Ewww

—¿Quieres callarte y llevarme al aula? —gruñó el castaño.

—Te ves horrible, Mark. ¿Cuántos días llevas sin dormir? Ya ni siquiera se le ve forma a tu cara y estás adelgazando mucho.

—Gracias por tu opinión Bam, hubiese sido estupendo si te la habría pedido.

El menor quiso reír por su respuesta porque ciertamente le daba más gracia que hacerlo sentir ofendido pero estaba preocupado por el estado de su amigo, desde que Hyemin su novia, terminó con él, se había decaído terriblemente. Llevaba días sin salir, sin dormir y siempre se la pasaba de mal humor.

Algo tenía que hacer por él.

—No tengo idea de por qué diablos vienes a clases cuando deberías estar durmiendo en casa —se quejó el chico tomando su chaqueta y jalando de él de vuelta a su auto—. Vamos amigo, yo te cubro. Puedes dormir en tu auto.

—No, Bam. Deja eso —se quejó el mayor con molestia—. Créeme, por más que intente no podré dormir.

Bambam lo soltó no queriendo abandonar su plan pero no quería enfadar más a su amigo, así que simplemente pasó junto a él y se fue a su aula antes de ser él quien se molestara.

Mark suspiró sintiéndose sumamente cansado y con ganas de quedarse tirado en medio patio pero eso sería actuar de forma inmadura y además no era apropiado.

Retomó su camino a clases tratando de apretar el paso y alcanzar a Bambam pero él ya estaba muy por delante de él. Llegando a la puerta del aula su velocidad disminuyó haciendo que alguien lo empotrara por detrás, volteó como reflejo y su apariencia de zombie fue transformada por la de un estúpido enamorado.

—L-lo siento —dijo la chica sin mirarlo a los ojos.

—Hola Hye, ¿qué tal?

—Hola Mark —saludó ella a secas esperando que él se hiciera a un lado para dejarla pasar pero él no se movió— ¿Me das permiso?

—Hye, por favor hablemos. Sé que ya pasó tiempo pero en verdad tengo que...

—No, Mark. Ya he dicho que tú y yo no tenemos nada que hablar. Deja de meterte en mi camino y no me hables más —espetó ella sin paciencia, lo empujó por el hombro y entró al aula casi corriendo.

Mark la quiso seguir pero sabía que aún estaba molesta y eso le jodía. Llevaban días sin hablarse por un puto mal entendido que no era más que eso. Él sabía que si fuera cierto todo lo que pasó se sentiría avergonzado pero al contrario, se sentía impotente por no poder explicar lo que realmente pasó y ella lo perdonara. Hyemin no quería saber nada de él.

Si no fuera por las clases, Mark estaría más hundido que nada. Para lo que los demás era aburrido, para él era entretenido. La verdad no tenía nada que hacer en casa y estar ahí lo deprimiría más, por eso prefería ir a clases. Además era una razón más para ver a Hyemin, podría ser masoquista pero con sólo verla olvidaba todo lo malo.

Todo el día se la pasó recibiendo regaños de Bambam por comportarse como lo hacía.

—Te lo digo, Mark. Si Hyemin no quiere nada más contigo deberías seguir con tu vida, no todo termina aquí.