MENSAJE DE TEXTO (KurokoNoBasket)

Prólogo

Hacía mucho tiempo que no sentía la emoción de recibir un mensaje de texto. Cada que en mi celular se escuchaba la música de alerta del mensaje, sentía como mis mejillas se tornaban enrojecidas rápidamente, mi corazón latía desbocado y mi piel se erizaba. No, no eran mensajes sexuales o con doble sentido si es lo que piensas. Era un simple 'Hola' o un simple '¿Qué tal?' Adoraba de sobremanera que mi celular timbrara de esa forma. 

¿Qué es un mensaje de texto para mí? Una canción para el alma, unas palabras para tu corazón, una mariposa en el aire que simplemente deja que sus alas se impregnen de libertad y alevosía. Una llamarada de fuego que hace que tu mente, tu piel y todos tus sentidos se enciendan. 

Antes para mí un mensaje era una simple forma de gastarse dinero en cosas sin sentido. Te tenían a tan solo unas calles de distancia y te mandaban un '¿Dónde estás?' Sin embargo, ahora todo eso había cambiado. Ahora más que nunca amaba mi celular. Amaba a la telefonía aquella que cruza fronteras. 

Existen diversos tipos de mensajes. Hay mensajes de condolencias, cuando pierdes a alguien. Hay mensajes de feliz cumpleaños, es el día en que todos se acuerdan de que te tienen en su agenda telefónica. Hay mensajes con noticias buenas y con noticias malas, como: 'Hoy tenemos examen, me lo pasas' o 'Se robó a tu novio'. También pueden enviarte un mensaje lleno de sentimientos que con tan solo leerlos sabes que ya te enamoraste, pero... ¿y si tú lo estás malinterpretando, y si todo lo que te manda no es lo que parece?, ¿quién está del otro lado?, ¿quién te manda tan hermosos mensajes?, ¿quién es ese que te envió un mensaje?


Según Internet un mensaje es un texto breve que, en lenguaje simple, transmite información a una persona que se encuentra ausente al momento de redactarlo. Es cualquier pensamiento expresado brevemente en un papel o de manera electrónica. ¿Qué simple no?, pero... ¿para ti qué significaría recibir un mensaje... de él?

Para mí, ahora, lo significa todo... dicen que las casualidades de la vida suceden a menudo, de forma inesperada en el momento que menos lo imaginas, y yo puedo dar testimonio de ello; pues nunca me imaginé que al otro lado de la línea se encontraría la persona que yo amaría, que si no hubiera marcado por error aquel último número jamás él hubiese sabido aquel sentimiento que me abrumaba en el transcurso del viaje. Sin embargo, allí esta, con una de sus grandes sonrisas, aquellas la cual enamoran y dejan escapar un suspiro... en esencia, estoy agradecido a esa gran casualidad que conspiro en mi vida, porque puedo clamar libremente el aprecio, o mejor dicho, el amor que le tengo a ese hombre producto de una casualidad, tal vez uno no la entienda en un inicio, pero el final...bueno, esta historia no tiene por qué tener final.

Algún día en mi pasado hubo un viento que emanaba tristeza...en una noche blanca y silenciosa...algún día en mi pasado hubo huellas que jadeaban de un pasado infernal...