Entro a clase. Me presentan ante todos y me sientan en primera fila. Siento miradas clavadas a mi espalda. Es bastante incómodo.
Suena el timbre y voy a la cafetería. Espero encontrarme allí con él. Pero no aparece. Me tomo una manzana y observo la cristalera que da al patio. Niñas hablando, niños corriendo. Pasa el tiempo y no me doy cuenta de que ya no queda nadie en la cafetería a excepción de mí. Entonces oigo un carraspeo a mi espalda.
-¿Pero a quién tenemos aquí? Uno nuevo... Uy, perdón, la nueva.-dice sarcástica y todo su séquito la aplaude con risas. Esa chica definitivamente me cae mal. Viste enseñando medio culo y un escote con el que no hubiese importado que la camiseta fuese transparente, ya que se le veía todo. Pelo estropajo rubio, ojos negros y facciones redondas. Y sobretodo, pinta de retrasada mental desde 100 km a la redonda. Su séquito, niñas monas igual de gilipollas que se dejan manipular por este desecho humano.-¡Eh niña! ¿Te ha comido la lengua el gato?
Como buena persona que soy, paso por el lado sin decir nada, evitándome problemas. Pero entonces, me coje del pelo y me acerca a ella.
-¿Qué coño hacías con mi chico? ¡Dime que hacías quitándome a mi chico!
Entonces la clavo las uñas en el brazo, la doy una patada en la espinilla y le doy un puñetazo en la mejilla.
-No te metas con quien no debas, cretina. Como vuelvas a tocarme un solo pelo, acabas en urgencias ¿has entendido?-digo mientras se retuerce en el suelo. Me agacho, y la susurro en el oído.- Ah y... Si estaba conmigo quizás será por algo...
Dicho esto salgo de la cafetería y vuelvo a clase como si nada. Pero realmente estoy hecha mierda. Cabreada y ,sobretodo, triste. Nunca pensé que pudiese pegar de esta forma a alguien. Bueno, en realidad si, pero no imaginaba que fuese a una chica. Más bien, imaginaba un acosador que quisiese propasarse conmigo. Pero visto lo visto, sé utilizar mi fuerza mejor de lo que nunca habría soñado.
A las 12 y media salimos de la clase de presentación de los profesores y camino al patio. Entonces vuelvo a ver a la zorra rubia y esta vez, si las miradas matasen, estaría en el infierno. Esa mirada de odio es interrumpida por un toquecito en el hombro.
-¡Hola! ¿Tú eres Kira?
-Mmm... Sí, ¿tú?
Era una chica más baja que yo, pelirroja, ojos azules y muchas pecas en su pequeño y delicado rostro. Vestía con un vestido de flores muy casual en tonos naranjas, mostaza, rojos, marrones y demás tonos otoñales. Noté su afabilidad en cuanto la ví.
- Soy Alba, aunque todos me conocen por Babi. He oído lo que le has hecho a Steisy, ¡bien hecho! Nunca nadie le planta cara, y llegas tú y ni aún siquiera habiendo pasado dos horas ya la has avergonzado. ¡Ulee, uuuleee! -dice haciendo los gestos de Amador de Lqsa. Empezamos a reír como locas mientras esperamos a que llegue el bus. Y en el trayecto a nuestro barrio, nace una bonita amistad que me hace olvidar por un rato todos mis problemas.
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Pero, ¿cuál es tu historia?
Novela JuvenilEsta, es una historia para recordar. Quizá como todas las adolescencias. Pero puede que esta sea un poco más complicada. ¿Para qué escribo? Para desahogarme. Para dejar fluir todo lo que llevo guardándome tanto tiempo dentro. Así que, cuando me pre...