WHEN YOU LOVE SOMEONE ─ SEULRENE

estrofa 1

오늘 많이 힘들었던 하루였죠
그댈 보는 내 가슴이 아리네요
지친 그대를 위해 해줄 수 있는 건 오로지
곁에 있어주는 것 밖에 못해 미안해요
그댄 웃는 게 정말 예쁜 사람이라서 그 미소를 잃었을 때마다
내 전부를 다 줘서라도 다시 또 되돌려주고 싶어요

─────────────────────────

Llegué a mi casa, exhausta del instituto. A veces no se que es más difícil de sobrellevar, si los estudios o las relaciones sociales en si.

Quizás porque siempre fui de enamorarme fácilmente, o tal vez por el drástico cambio hacia la pubertad... Pero no me siento yo.

Todas las mañanas camino hacia clases buscando la nubecita sobrevolando las cabezas. Digamos que suele llover sobre mi mundo.

-¡Irene! -alcé la voz entre la multitud para ver como mi amiga, mi mejor amiga, alzaba la mirada, perdida en las palabras de sus poemas. -¡Aquí! ¡Hey!

Y las nubecitas sobre su cabeza se despejaron levemente. Pude verla sonreír. Ella tenia esa sonrisa radiante que hacia que los pájaros cantaran.

Claro, en mi mente.

-Hola... -Dijo con una sonrisa triste y la arrope entre mis brazos.

Quería preguntarle que a que venía su constante tristeza, pero a la vez sabía que ella no querría contestar. Irene es muy callada, por lo que su mirada necesita ser transparente.

-¿Sabías que el otro día mi hermano se atragantó con un pepinillo? -Mentira. No tengo nisiquiera hermano y ella lo sabe. Pero esa risita que se escapa de sus labios cuando de los mios se escapa cualquier chiquillada... Era irreemplazable.

-Y... ¿Esta bien tu hermano? -Entramos a clase y le ayudé a sacar sus cosas.

-Perfectamente, puesto que no existe. -Sonreí lelamente y ella soltó otra risita a lo que se apartó un mechón del rostro y se dirigió a sentarse, pues el profesor ya había entrado a la clase.

* .:｡✧*ﾟ ﾟ･

Hacia la hora del recreo yo sacaba mi taped de sandía y de reojo miraba como Irene buscaba desesperadamente en su mochila. Era tan torpe y despistada... Algún día se dejaría la cabeza en la luna.

-Irene. -Me coloqué tras ella.

-¿Hmmm? -No me dirigió ni una mirada, pero por sus orejas pude imaginar el rubor en sus mejillas.

-Toma mi sandía. -Le extendí mi taped.

-¿De verdad? -abrió los ojos y sonrió con ese brillo triste que siempre lucía en sus ojos.

-¡Claro! ¡Si para comida, un huerto! -Deducí que mi frase ni sentido había tenido, pero no importaba. A veces la sonrisa confusa de Irene llegaba a ser la más preciada de todas.

Noté mi corazón flaquear. Podría afirmar sin duda alguna que la sonrisa de Bae JooHyun era la más bonita y dulce del mundo. Hasta llegaba a doler si la mirabas demasiado.

-¿Qué..? -Dijo nerviosa, sin apartar la sonrisa. -¿Por qué me miras tanto?

-Disculpa. -Noté como me sonrojaba levemente. -Eres tan preciosa cuando sonríes... -Solté disparatadamente. Irene provocaba eso en mi. Solía soltar palabras incoherentes cuando estaba con ella.

-Seulgi... -Rió con fuerza, totalmente roja. -¡Estas hecha una poeta!

-Si... -Dije tratando de no sonar entristecida.

Mi nube se tornó de color azul y empezó a chispear. Pero en ocasiones, en la mayoría de ocasiones, no importaba. Irene merecía su sonrisa.