Capítulo XII

1.4K 113 21
                                    

Perla y los demás decidieron acampar esta noche. Ha sido un buen plan, podría ser peligroso estar viajando a mitad de la noche. Aunque la oscuridad pueda ser buena para ocultarnos, pero también podría ser perfecta para que nos esté esperando una emboscada. Parece que Perla va aprendiendo a sobrevivir en esta situación, está convirtiéndose en una Perla más fuerte.

Aunque esos humanos estén durmiendo ya, yo no puedo conciliar el sueño. Perla está profundamente dormida y ese idiota de Harrison ha pasado toda la noche abrazado a ella, nunca terminaré de entender cómo es que pueden estar tan juntos cuando la situación está tan mal.

Necesito salir a estirar las patas.

Miro a Mewtwo para indicarle que me siga y él asiente. Usando sus malditos poderes telequinéticos, trae consigo las Pokebolas de nuestros amigos para separarnos un rato de de los humanos. Incluso nosotros necesitamos un respiro, aunque sé que también podríamos correr peligro.

— ¿A dónde van?

Jackie Roosevelt nos ha visto intentando escapar. Mewtwo la fulmina con la mirada y yo decido darle la espalda.

—No iremos muy lejos —le respondo y ambos nos alejamos.

Caminamos durante un par de minutos hasta que la fogata que hicieron se convierte en un pequeño punto de luz en la oscuridad nocturna. Mewtwo va levitando junto a mí. Siempre he detestado que ese cretino no quiera poner sus pies en el suelo.

—Aquí estamos bien —dice Mewtwo.

Es la primera vez que lo veo mover sus labios al hablar desde que se unió a nuestro equipo.

— ¿No quieres alejarte más? —me burlo de él y me fulmina con la mirada.

—Perla y los demás podrían necesitarnos en cualquier momento.

—Te estás encariñando demasiado con Perla.

No estoy celoso de él, sólo me molesta un poco que todos se encariñen tanto con ella.

— ¿Cómo esperas que sienta cariño hacia esos humanos estúpidos? —Reclama Mewtwo y un sonrojo aparece en sus mejillas—. Libera a nuestros amigos y terminemos con esto.

¿Por qué no admite que quiere a Perla?

Bueno, es mejor así. Perla es sólo mi Entrenadora, no la Entrenadora de Mewtwo.

Mewtwo deja las tres Pokebolas en el suelo y me mira con impaciencia.

—Salgan, Flareon, Umbreon y Lucario.

De la Pokebola de Flareon salen un poco de chispas que hacen que se encienda un poco de fuego en el césped. De la Pokebola de Lucario sale un poco de agua. De la Pokebola de Umbreon sale un poco de bruma oscura. Pronto están los tres frente a nosotros, Umbreon nos fulmina con la mirada y retrocede un par de pasos.

—Tranquilo, Umbreon —dice Flareon—. No queremos hacerte daño.

— ¡Ustedes son unos traidores! —exclama Umbreon enfurecido—. ¡No quiero estar cerca de ustedes! ¡Están del lado de los humanos!

—Aquí sólo hay dos lados, Umbreon —le digo con severidad—. Somos nosotros y es la Elite.

—Esos humanos que han estado persiguiéndonos, querían llegar también a ti —le explica Flareon, Umbreon sigue con la guardia arriba—. Nosotros también tardamos un poco en entenderlo.

Pokemon V: La Batalla Contra la EliteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora