nuestra ultima fotografia

hermosos ojos azules

Eran las 2:15 y sentí hambre, era obvio; no había comido nada desde esta mañana, así que busque un lindo lugar para almorzar.

-buenas tardes, bienvenida a pambo’s ¿Qué deseas? Pregunto la camarera de pambo’s, un restaurante ubicado a unas 5 cuadras del hospital y a unas 6 de mi apartamento.-una hamburguesa sencilla con papas fritas y un vaso de gaseosa mediano por favor. Le respondí después de ver la carta.

 El lugar estaba algo lleno, habían algunas mesas libres pero eran los peores lugares y en la barra del comedor se encontraban esas típicas molestas personas que solo se centran en ellas mismas y no se dan cuenta de que o quienes están a su alrededor.

-hola Emma, no esperaba verte aquí. Dijo alguien cerca de mí. Gire mi cabeza en dirección a la voz, y ahí estaba él, parado junto a mi mesa con una sonrisa en su cara.-oh, hola Tony que gusto verte. Respondí algo tímida.-te importa si, ¿si me siento aquí? No hay muchos lugares libres hoy. Pregunto cordialmente, yo solo asentí con la cabeza sin dejar de verlo.

 Lo contemple mientras él jugaba con su teléfono, tony era realmente guapo, sus labios eran de un tono rosa y su piel blanca y sus ojos, diablos sus ojos eran azules como el cielo, sus hermosos ojos eran lo que más me atraía de él, espera ¿me siento atraída por Tony? Esa pregunta me saco de mis pensamientos y me llevo de nuevo a la realidad.

-Me estas observando? Pregunto con curiosidad tony. Sentí como la sangre se concentraba en mis mejillas, no sabía que responder y solo me limite a decir:-me gustan tus ojos tony.

Volteé mi mirada hacia el vidrio que estaba a mi izquierda y observe la calle detenidamente, gire nuevamente cuando vi el reflejo de la camarera frente a nuestra mesa. -aquí están sus pedidos, si necesitan alguna otra cosa solo llámenme. Dijo con una sonrisa generosa mientras dejaba nuestra comida en la mesa.

Yo me limite a comer sin mencionar una sola palabra, sentía que tony me miraba y sonreía al mismo tiempo eso me hacía poner más nerviosa podía sentir como mis mejillas se ruborizaban de nuevo, quiera romper ese incomodo silencio pero no tenía idea de cómo iniciar una conversación con alguien tan apuesto como él.

-que coincidencia encontrarnos aquí, ¿no crees? Pregunte sin mayor importancia. -sí, es cierto. Contesto el mientras me veía fijamente. Ambos volvimos a nuestros platos y así estuvimos hasta terminar de comer, solo cruzamos algunas palabras cuando pedimos la cuenta, pero no fue la gran cosa.

-nos vemos en la universidad Emma. Dijo tony cuando estaba a punto de irme y luego beso mi mejilla. –claro, nos vemos después, sonreí algo nerviosa mientas nos alejábamos.