Había vivido en una burbuja, desde que Jack me había contado la verdad, mi implicación con el Titanic, no era consciente de todo lo que acarreaba mi vida, del peligro en el que podría encontrarme a partir de ahora mismo, en el momento que descubriesen quien era yo, estaba en serio peligro. En un peligro del que no me había dado cuenta en el barco, refugiada en los brazos de mi amor, todo era tan perfecto que me olvidé de todo.
Perdida en mis pensamientos, no me di cuenta de que me hablaban, hasta que Fred me tocó en el brazo sacándome de mi trance.
- ¿Entramos?
- Oh, si claro, dejame ayudarte.
-Coge esta.- dijo tendiéndome la maleta menos pesada, intenté oponerme, no era una blandengue, no me gustaba que me tratasen como una inútil incapaz de llevar una maleta, mi maleta.
- No digas nada, eres capaz de llevarla tu. - puse cara de sorpresa, ¿me leía la mente? - No te sorprendas, es difícil que me equivoque en una primera impresión y tu das la impresión de ser muy dulce, pero de tener agallas, de luchar por lo que quieres, de conseguir tus metas, de valerte por ti misma... Pero esta vez te pido, déjame llevarme tu maleta, ¿si?
- Uffff. Jamás me habían descrito así, pero creo que tienes razón en muchas cosas... Y bueno, por esta vez te dejo la maleta.
- Así me gusta - dijo guiñándome un ojo.
Abrió la puerta de la mansión, dejando la maleta a un lado y dejándome pasar a mi, antes de cerrar la puerta detrás mía. Me quedé helada, si por fuera me impresionaba la casa, por dentro era impresionante...... El suelo de mármol blanco de un brillo que jamás había contemplado, casi me hacía daño a los ojos, todos los muebles que había a mi alrededor eran de estilo antiguo, había mucha luz inspeccioné la instancia en busca de la procedencia de tal cantidad de luz y me encontré con una gran bóveda de cristal en el techo..... solo mirar hacía arriba daba vértigo, no sabría decir cuantos metros había... pero muchos... era enorme.... Una escalera de.... cincuenta!!!!! peldaños se dirigía hacia la parte de arriba de la casa....
- Ya llegaron.... - dijo una voz a mi espalda.
Me giré para encontrarme con una señora de unos cincuenta y tantos años, que venía sonriendo.
- Rosse que hermosa estás.
- ¿Me conoce? - Dije mirándola, no recordaba haberla visto.
- Claro, no me recuerdas, la última vez que te vi tendrías tres añitos, soy Eleonor, era la cuidadora de tu antepasada Rosse.
- Lo siento, no la recuerdo.
- No pasa nada, cielo.
No la recordaba, pero me inspiraba una gran confianza, no se si era su agradable sonrisa, si su tono de voz amable.... pero la sentía sincera y una gran persona.
- Vamos, te enseñaré tu cuarto, así podrás descansar y tomarte un baño.
- Claro.
- Fred ayudanos a subir las maletas.
- Encantado.
Subimos mis pertenencias, Fred se retiró a su cuarto, que estaba al lado del mio, dijo que se cambiaría para luego llevarle los documentos que necesitaba Jack. Eleonor me ayudó a deshacer las maletas, la verdad no me encontraba demasiado cansada, pero una vez terminamos si que el cansancio me quería rendir, disculpándome me di una rápida ducha y me acosté por encima de la cama.
Me desperté con unas suaves caricias en el pelo, abrí mis ojos con pereza, para encontrarme con Caroline que me sonreía tiernamente. Me incorporé de un salto abrazándola con fuerza.
- Oh cariño, cuanto te he echado de menos.
- Yo también Caro.
Me separé de ella y me di cuenta que no estábamos solas, Robert a nuestro lado, sonreía complacido.
- Robert...
- Pequeña .... - dijo besando mi frente y abrazándome, abrazo al que se sumó Caro también. Ni cuenta me di de que había empezado a llorar, cuanta falta me habían echo todo este tiempo, cuanto los había extrañado... Estuvimos así un largo rato, pude comprobar que Caro también lloraba y Robert intentaba que sus ojos no se desbordasen.
- Tenemos que contarnos tantas cosas - dijo Caroline.
- Pero tendremos tiempo - dijo Robert sonriendome tiernamente.
Observé a mi alrededor, como no se filtraba claridad por la ventana, ¿que hora será?
- ¿Que hora es?
- Las nueve de la noche.
- ¿Ya? Mucho he dormido.... y ¿Jack?
- Estará para llegar, junto con Fred ¿ya conoces a Fred, no?
- Si, él fue quien me trajo.
- Claro, es cierto. ¿Tienes hambre?
- Pues ahora que lo dices si.
- Pues acompáñenme mis preciosas damas - dijo Robert poniéndose en medio, mientras nos cogíamos una de un brazo y la otra del otro.
Estábamos llegando abajo, cuando Jack entró con Fred. Mi pulso se aceleró, tenía ganas de ir corriendo y besarle, pero mirando a sus padres, decidí que era mejor no decirles nada de lo nuestro de momento, no quería que pensaran que era una cualquiera.... o que se hiciesen una idea ocupada de mi.
- Robert debo hablar contigo- le comunicó Fred. Robert se soltó de nuestro agarre y lo siguió por un pasillo que había a mano izquierda.
- Voy a ver como está la cena - dijo Caroline.
Jack se acercó a mi, mientras todos se marchaban. Poniendole una mano en el pecho, impediendole que se acercase mas le dije.
- Es mejor que esperemos un tiempo a decírselo.
- ¿Porque? - dijo con una cara de pena.
- No quiero que piensen cosas que no son, que soy una cualquiera... o algo por el estilo..
- Rossy, jamas creerán eso de ti...
- Fue algo muy precipitado, no para nosotros que nos llevamos esperando toda la vida, pero para ellos que no los saben si...
- Solo cinco días...ni uno mas.... me vas a torturar... no poder besarte, no poder cogerte de la mano, acariciarte... - dijo seductoramente en mi cuello
- Para... por fa....vor... - dije excitándome...
- Se me hace eterno.... pero tendrá su morbo.... está noche voy a visitarte a tu habitación..
- No...
- Si....
Otro capi.... en el proximo pasarán cosas realmente impresionantes.... la verdad llega....
ESPERO QUE OS GUSTE!!!
besos
*SuSy*
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El secreto del Titanic
RomanceUn amor de niños, separados por la distancia y los años. Dos hombres enamorados de la misma mujer. La venganza de dos familias, los odios y rencores por culpa de la avaricia, el poder y el amor de unos jóvenes hace 100 años a bordo del Titanic. ¿Pue...