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Madison.

"Grayson." Detengo mi vista en él y en su mano sobre mi antebrazo. "¿Qué haces aquí?"

"Lo siento, no quiero parecer entrometido, sólo iba de camino al baño..." Señala algo tras mi espalda y cuando me volteo veo la puerta de los baños para hombres.

"Ah... está bien, no te preocupes." Le doy una corta sonrisa y luego llevo mi mirada a la entrada nuevamente, para ver si Jona sigue ahí.

Grayson se voltea también para ver el mismo objetivo que yo estoy viendo, pero sin saber que es mi novio.

"Sí... pero luces asustada. ¿En serio estás bien?" Ahora frunce el ceño, volteando a verme nuevamente.

"Sí... sólo ya me iba." Muerdo el interior de mi mejilla, intentando pensar en cómo saldré.

"¿Tan temprano?" Alza sus cejas, luciendo sorprendido.

"Sí, uh... ya no tengo nada que hacer acá." Me encojo de hombros.

"¡Cómo que no! ¿No que las fiestas son para divertirse?" Pregunta inocentemente. Si tan sólo supiera la urgencia que tengo de desaparecer de aquí.

"Pues la diversión acabó para mí." Le doy una media sonrisa. "Dale mis saludos a Kate, ¿Sí?" Le digo, y entonces decido pasar por su lado para no seguir interrumpiendo su camino al baño.

Sólo necesito salir de aquí cubriéndome el rostro o algo así. Si tengo suerte Jona ni siquiera estará pendiente de quién pasa por la entrada.

Mientras dejo a Grayson atrás, mi mente desea por un segundo que Kate no fuera su novia y que Jona ya no existiera en mi vida. Lo poco y nada que hablé con él pareció ser bastante intrigante.

Pero tal como lo pensaba, estaba siendo muy bueno para ser verdad.

Mi corazón comienza a latir más rápido mientras camino a la entrada, intentando escabullarme entre las personas que salen al mismo tiempo.

Detecto a Jona dándole la espalda a la puerta, ahora conversando con quien al parecer es el guardia, quien se parte de la risa junto a él.

Tomo una bocanada de aire antes de caminar estratégicamente al lado de un grupo de chicas que van saliendo. Jona está a un par de metros y ni siquiera se ha percatado del resto de personas.

Ahora que lo pienso, sería raro que  incluso estuviera sobrio, así que eso es un punto a mi favor.

Cuando paso por la puerta mi corazón late desenfrenadamente, ya que logro pasar desapercibida.

O eso pensaba.

De pronto el guardia fija la vista en el grupo de chicas en el que yo estoy metida en la orilla.

"Oigan, ustedes. ¿Son menores de edad?" Menciona, haciendo que todas frenen a mirarlo. Jona se voltea a ver también y es ahí cuando mi sangre se congela.

Yo desvío mi vista y me debato por muchos segundos si detenerme también o si será aún más llamativo para Jona que yo siga caminando. Si fija mi vista en mí estoy muerta, no hay forma de que no me reconozca.

Señorita | Grayson Dolan | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora