Era la segunda o tercera semana más fría que el invierno ha tenido este año, por lo general mi ciudad siempre ha tenido un clima horrible así que este frío para mí es normal, me encontraba sentada en mi habitación viendo una serie en Netflix mientras me tomaba un chocolate caliente, con cada sorbo mi mente vuela a cuando era niña y mi madre nos arropaba a mí y a mi hermana cuando hacía mucho frío, podría decirse que me hace sentir como si de verdad estuviera en casa, sería la primera Navidad que paso lejos de mis seres queridos y me sentía nostálgica pero a la vez sabía que debía estar orgullosa pues mis padres hicieron todo lo posible para que yo entrará a la universidad así que tengo que hacer ciertos sacrificios para mantenerme, me levanto de la cama envuelta en sábanas y vistiendo la ropa más cálida que tengo para dirigirme a la cocina a servirme un poco más de chocolate cuando escucho que alguien llama a mi puerta, ¿Quién demonios podría ser a esta hora de la noche y en plena víspera de Navidad? Se supone que todos están cenando y no pasando un día triste como yo, bueno... no debo generalizar, camino directo a la puerta cuando del otro lado escuchó una voz muy familiar
-kathryn abre la puerta que nos vamos a congelar -dice Annette mientras con desesperación toca una y otra vez
-¿Qué sorpresa? Pasen ¿Podrían explicarme qué hacen aquí y porque no están con sus familias?
-Bueno, esta pequeña chica que ves aquí, nos dio el rumor de que pasarías Navidad sola y no podíamos permitir eso, nadie merece estar solo en estas fechas - dijo Sebastián antes de cerrar la puerta tras de él y acomodar varias cajas en la mesa de centro
-trajimos pizza, refrescos, cerveza, algunas frituras y un objeto especial que espero podamos usar más tarde - decía Álex mientras se acomodaba en el sofá
-Pues no se diga más chicos iré a la cocina por unos vasos y mientras pongan una película de terror para pasar esta magnífica noche y por cierto... gracias por no dejarme sola... -soy un poco melancólica lo sé, pero es un lindo detalle de su parte
-No tienes porqué agradecer Kate, para eso estamos los amigos - decía Annette mientras me abrazaba
Desde un punto de vista bueno, tengo a los mejores amigos del mundo, no son capaces de dejarme sola, los conocí en cuanto llegue a la universidad, todos nos conocimos en clase de literatura, Álex es un chico muy atrevido, pero me refiero al tipo de chicos que siempre se meten en problemas, lo han expulsado de 3 escuelas diferentes e intentamos hacer todo por qué termine con nosotros, Annette por otro lado es completamente diferente, ella es una chica hermosa, ya saben, cabello castaño, ojos café claro, figura perfecta y la mayoría se muere por acostarse con ella entre ellos Álex, ambos tienen una historia que va más allá de la amistad aunque prefieren que solo sea sexo casual y sin compromiso pero es más que obvio que terminaran juntos, no soportan estar lejos el uno del otro, Sebastián... para ser franca no puedo decir nada de él... no lo conozco mucho pero es jodidamente apuesto, no se qué demonios tiene pero me atrae demasiado, tiene ojos color café oscuro... que desatan una incertidumbre al saber que esconde en su pasado, por lo que se o por lo que los rumores cuentan, es el típico chico que puede tener a la mujer que sea en su cama, no sé si sea cierto con las demás pero juro que yo quisiera ser una de ellas, en fin, siento que se vale soñar ¿No?, Siempre he pensado que alguien como el jamás podría fijarse en algo como yo, no tengo ninguna característica buena en mi, son bajita, no tengo buen cuerpo, por lo general no me arreglo pero soy muy graciosa... okey eso no arregla nada... Siempre he pensado que la belleza de una persona está en su interior pero cada que veo a Álex el interior no me interesa en lo absoluto...-5...4...3...2..1..¡Feliz Navidad!- gritamos todos al mismo tiempo, nos estábamos divirtiendo
-Creo que es momento de pasar esto a otro nivel, ¿No lo creen?- dijo Álex dando sorbos a su bebida
-¿De qué hablas? -pregunto
-hablo se jugar con esto... -continua Álex poniendo una ouija sobre la mesa
-¿De dónde la sacaste? -preguntaba Annette esbozando una sonrisa
-La conseguí en una tienda de antigüedades, creo que les hacía mucho gusto deshacerse de ella pues se veían felices cuando me fui
-¿En verdad creen que lo que dicen de estas cosas son verdaderas? -pregunto, la incredulidad y la curiosidad me intriga
-Claro que debe de funcionar no gaste 20 dólares en ella solo para que no funcionará
-he oído hablar de estas cosas- dice Sebastián- se supone que esto es un artefacto delicado y si no lo usamos de la manera correcta podremos desatar algo muy siniestro
-Sebastián... ¿En verdad hablas enserio? Es decir... ¿Crees que algo malo pase? -digo mientras cruzo mis brazos
-Solo digo que hay que hacer esto con la seriedad y el respeto que se merece, ¿De acuerdo?
-esta bien, empecemos esto, hay que despejar la mesa -dijo Annette para después ayudar a limpiar la mesa
Nos sentamos todos y acomodamos la tabla, admito que estaba un poco nerviosa nunca he creído en estas cosas pero el ambiente de pronto de puso tenso
-okay, ¿Alguien tiene una pregunta que hacer?- decía Annette mientras dirigía su mirada hacia cada uno de nosotros
-Creo que yo tengo una- dijo Álex
-Esto no funciona así -continuo Sebastián - tenemos que poner los dedos todos en el cursor y hacerla girar una vez por cada integrante -hicimos lo que Sebastián dijo y continuó- Espíritus, como amigos nos reunimos y les pedimos que se manifiesten, ¿Hay algún espíritu en esta habitación? -tan pronto como terminó la pregunta un pequeño ruido proveniente de la habitación hizo eco en toda la casa, se sentía un ambiente diferente a aquel con el que empezamos a festejar
-¿escucharon eso? - pregunté incrédula - olvídenlo debió ser el viento o algo así -Quería mantenerme lo más escéptica posible, esto no podría ser verdad sólo es un producto de mi imaginación
-Bien déjame continuar con las preguntas, quiero saber si en verdad hay algo en esta habitación- decía Annette con un brillo en sus ojos que nunca habíamos visto -Si hay alguien en esta habitación te pedimos que te manifiestes
-Chicos olviden esto, la tabla no va a moverse por ningún motivo, solamente es un pedazo de madera, no tiene nada de mágico o sobrenatural, creí que sí la traía podríamos pasarla bien haciendo preguntas tontas mientras la movíamos para responder de forma cómica
Justo en el momento en que Álex empezó a burlarse de la tabla un aire helado comenzó a apoderarse de la sala, creíamos que alguna ventana por alguna razón debió de quedarse abierta y fue lo que ocasionó la ventisca, sin embargo todo estaba absolutamente en calma, nos miramos incrédulos sin decirnos nada mientras escuchábamos pasos y pequeños ruidos por toda la habitación
-A la mierda- dijo Àlex- no voy a perder un segundo más de mi tiempo sugestionándome y pensando que algo hay en este departamento -Alex se levantó con furia de la mesa rompiendo la conexión con la tabla
-Alex tienes que volver no hemos terminado la sesión y es peligroso despegar las manos del cursor -dijo Sebastián comenzando a alarmarse -te ordenó que regreses aquí ahora mismo, nos estás poniendo en riesgo
-¿En riesgo de que? Es un juego maldita sea sido verd..
-¡Chicos!- di un pequeño grito para que me hicieran caso -esto se está moviendo - el cursor de la ouija se movía lentamente letra por letra mientras todos en una sola voz deletreábamos lo que apuntaba la flecha
-H... O...L...A...A...L...E...X
-Alex... creo que quieren hablar contigo... -decía Annette en un hilo de voz
-¿Ah sí?, ¡No me digas! Dejen las bromas para otro día chicos que ya tengo suficiente por hoy
-¿Qué quieres de Álex? - pregunté antes de que alguien más continuará hablando
-M...A...T...A...R
-Si quieren que me vaya solamente díganme no es necesario que inventen estás cosas- en cuanto Álex terminó la oración salió del apartamento y nadie salió detrás de el, creíamos que no era buena idea, además vivía en el mismo edificio no podría pasarle nada
-¿Eres un...?- quise continuar preguntándole pero Sebastián me detuvo
-Jamás le preguntes eso a una tabla ouija, puede llegar a empeorar las cosas, no sabemos qué cosa nos está hablando pero si quiere matar a Álex no es algo bueno
-Sebastián, bueno no sería la primera vez que alguna persona quiera matar a Álex-dijo Annette
-¿De que hablas? -pregunte
-Si ya saben, había una chica la cual se suicidó porque Álex la engaño con su mejor amiga-Sebastián y yo nos quedamos incrédulos mientras ella continuaba diciendo- según las malas lenguas en la habitación de la chica encontraron una carta en la cual hacia énfasis en el odio que sentía por el y que algún día recobraría venganza
-Sebastián, ¿ Crees que puede ser la chica manifestándose porque Álex soltó la tabla? -pregunte para aliviar mis dudas
-Solo hay una manera de saberlo... ¿Eres tú la chica que juro vengarse contra Álex?- esperamos varios segundos sin respuesta alguna- ¿Tienes algún nombre?
-Si...
-¿Te gustaría decirnos cuál es?
-No...
-¿Qué te impide decirnos quién eres?
-E...L...L...A
-¿Quién es ella?
-L...A...M...I...A
Sebastián abrió los ojos de golpe y bruscamente se levantó de su lugar, perecía que había visto algún fantasma, su cara estaba más pálida que de costumbre, Annette y yo nos quedamos impactadas sin despegar los dedos de la tabla, estábamos aterradas tanto como el pero no sé que fue lo que ocasionó que se pusiera de esa forma, Sebastián después de unos segundos, se incorporó de nuevo y volvió a su lugar tomando parte en la sesión
-Muchas gracias por responder amablemente nuestras preguntas pero queremos irnos, invito a todos aquellos entes que salieron por este portal regresen al mismo y nos dejen vivir tranquilos
-NO... NO...No...No...No...No...
La tabla no dejaba de repetir la misma palabra, una y otra vez, se hacía presente el mal que existía en el bajo mundo
-Te ordenamos que te vayas y dejes este hogar tranquilo
-Adiós...
Sebastián se levantó de la silla tomo la tabla y la rompió en pedazos en el piso, parecía que no era el mismo, lo conocemos de siempre pero creo que está exagerando,
-¿Sebastián? Podrías decirnos ¿que demonios pasa? -le dije mientras Annette lo intentaba tranquilizar
-Tal vez no entiendan la importancia de este asunto, estamos más que en peligro, debemos de hablar con un sacerdote para que bendiga este lugar
Me sentía estúpida, no sabía que era lo que estaba pasando pero fuera lo que fuera no era nada bueno, jamás había visto a un chico actuar de esta forma, ha sido completamente diferentes a su forma de ser normal
-Sebastián, ¡Basta! -grito Annette- más te vale que nos des una explicación, ¿Por qué actúas tan extraño?¿Quien demonios es lamía? Necesito respuestas ¡Ahora!
Sebastián se quedó paralizado, no se qué me daba más miedo, si lo que acababa de ocurrir o Annette enojada
-Lamia es un demonio... tiene una gran variedad de nombres pero todos la conocemos como... Lilith...
-Espera debe de ser una broma ¿Verdad?, No estamos hablando de esa Lilith -dijo Annette sorprendida, tal parece que soy la única que no sabe quién rayos es
-Me temo que si... es la misma Lilith de la que todos temen, la primera mujer de Adán...
No paso ni medio minuto cuando un estruendoso ruido se adueñó del lugar, parecía que alguien había golpeado con fuerza la puerta, corrí directo a Annette para abrazarla aterrorizada, Sebastián tomo un cuchillo de la cocina y se dirigió a la puerta, mientras más se acercaba el ruido era más y más fuerte, parecería como si en algún momento la puerta fuera a ser derribada, Sebastián tomo la perilla con fuerza y el ruido se detuvo, lentamente se encargó de abrirla cuando detrás de ella en el oscuro pasillo vimos entrar a Álex con marcas de rasguños y mordidas en todo el cuerpo, Sebastián cerró la puerta y corrimos a ayudarlo
-¿Estás bien Álex?¿Quien te hizo esto? -preguntaba Annette desesperada una y otra vez
-Ya viene...-dijo en un hilo de voz- creí que sí los hacia jugar con la tabla como a mí me hicieron jugar podría salvarme... pero ahora es muy tarde -nos quedamos anonadados al escuchar sus palabras- Nos vemos en el infierno... busquen a alguien más... Lilith solo quiere seguidores que transmitan el juego... busquen quien juegue con la tabla...
-De que demonios hablas- decía Sebastián- rompimos la tabla en mil pedazos
-Entonces creo que ya no hay nada que hacer... ¡No!- grito con fuerza Álex- juro que hice lo que pude, por favor dame una oportunidad- el ambiente se ponía cada vez más tensó, Sebastián se levantó de su lado para unirse con nosotras mientras Álex se arrastraba huyendo de algo que solo el podría ver- Por favor aléjate-fueron sus últimas palabras antes de que las luces se apagaran y un crujido se escuchará por todo el departamento, de la nada se volvieron a encender dejando ver el cuerpo sin vida de Álex con el cuello hecho trizas.
Todos salimos corriendo de aquel lugar, primero salí yo y detrás de mí salió Sebastián, corrimos hacia el elevador pero este no respondía
-¿Dónde carajo esta Annette?- le pregunté un grito proveniente del apartamento nos hizo voltear atrás solo para ver a Annette ser arrastrada hacia dentro dejando un rastro de sangre por el pasillo, quise correr detrás de ella pero Sebastián me detuvo, dijo que no había más que hacer que lo único que podríamos hacer era correr a dónde una iglesia, bajamos por las escaleras de servicio del edificio intentando escapar de no sé qué pero al voltear hacia abajo una extraña mujer de hermosas facciones nos esperaba con una sonrisa en su rostro, vestía un largo vestido rojo y sus labios combinaban a la perfección con el, tenía una voz seductora y nos transmitía un terror que nos petrifico al instante
-voy a dejarlos libres pero a cambio quiero una ofrenda- nos dijo- quiero más personas para poder saciar mi sed, lo único que pido es alguien que me tema, que no se olviden de mi como el bastardo de Dios lo hizo
-aceptamos -dije yo- ten por seguro que nadie te olvidará
-me agradas pequeña por eso podrás irte, pero tú amigo... se queda a mi lado es muy apuesto pero.. tú también- la chica se acercó a mí y me beso, no pude moverme ni alejarme era como si mi voluntad se fuera, cerré mis ojos por un segundo y al volver a abrirlos estaba rodeada de policías en un hospital, he contado esto a todas las personas que he podido esperando a que alguien pueda creerme, intentando explicar porque había dos personas muertas en mi habitación y había desaparecido una más... pero se que ella estará satisfecha sabiendo que cualquiera que lea esto será condenado y yo seré libre, lamento esto en verdad no tenía otra alternativa, se que ella me va a recompensar por esto, mientras tanto no andes solo por las calles e intenta buscar a alguien más a quien pueda llamarla por la tabla, por fin seré libre, en verdad lo lamento... que empiece el juego...
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Ya viene...
HorrorEn la antigüedad las primeras personas temían de el mal que los perseguía, creían que si no cumplían ciertas expectativas con los dioses estos terminarían enfurecidos con ellos, ahora se tiene la duda irrefutable de si existe un ser divino a quien r...